Duro Felguera lleva un año viviendo al borde de la asfixia económica. La ingeniería que preside Ángel Antonio del Valle tiene totalmente cortada la financiación bancaria desde octubre del año pasado y el poco dinero que va entrando diariamente por caja se tiene que repartir entre las nóminas de la plantilla, las cuotas de la Seguridad Social, las de Hacienda y los proveedores, que comienzan a acumular deudas y problemas de pago. Muchos están con el agua al cuello. La empresa, que le ha encargado a la firma suiza Rothschild que le busque un socio que le permita salir a flote, acumula una deuda con las mismas entidades financieras que le han cerrado el grifo superior a los 240 millones. A esto se suma que está teniendo problemas para poder cobrar algunos de los proyectos que había puesto en marcha en Argentina, Australia, la India o Venezuela. La soga comienza a apretar.

La entrada de un nuevo socio en el accionariado de la centenaria compañía asturiana puede ser la solución a muchos de estos problemas económicos. Algunas fuentes señalan que Duro espera recibir de forma "inminente" una oferta en firme que podría rondar los cien millones de euros. Sería una cantidad suficiente para poder estabilizar las cuentas y que la compañía pueda remontar el vuelo. Todo un balón de oxígeno.

La ingeniería ha llegado a un acuerdo con sus proveedores para aplazar y retrasar muchos de los pagos que tiene pendientes de realizar. Aunque algunas fuentes señalan que se han llegado a vivir situaciones de gran tensión. Aguas abajo, lógicamente, la asfixia económica que sufre Duro Felguera está pasando factura a sus auxiliares. Los sindicatos denuncian que hay trabajadores de estas compañías que a los que se les comienzan a adeudar nóminas, con lo que la situación podría llegar a estallar en cualquier momento.

El principal problema es que la denuncia de algún proveedor podría poner contra las cuerdas a Duro y llevarla directamente a un concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos). Por eso desde la compañía se viene tratando de convencerles de que la situación económica se despejará pronto, en cuestión de semanas, con la entrada de un nuevo inversor, y entonces podrán cobrar las todas las deudas que tienen pendientes.

El otro frente que tiene abierto la ingeniería es con la banca, aunque por el momento la situación está controlada. El presidente de Daorje, Miguel Zorita, entró hace unas semanas en Duro Felguera con el objetivo de negociar con las entidades financieras un aplazamiento de estos abonos y elaborar un calendario de pagos. El empresario valenciano, que también podría tener interés en entrar en Duro a través del fondo que preside, Zima Capital, logró firmar a principios de este mes un acuerdo para poder prolongar las discusiones sobre cómo serán las condiciones en las que se van a realizar estos pagos, sin incurrir en penalizaciones por impagos. Tiene de margen hasta el 30 de septiembre. Lo que en el lenguaje financiero se conoce como "stand still" (permanecer quieto).

Con este escenario, Duro Felguera tiene ahora un dilema u opta por un socio industrial o por un fondo de capital. Los riesgos de cada una de estas dos opciones es diferente. Los que ya se han manifestado públicamente son los sindicatos que apuestan de forma clara por la primera opción. Eso sí, fuentes de la negociación aseguran que todos los grupos que están en la carrera por entrar en la compañía han puesto la misma condición: que haya un cambio de rumbo y de personas en la gestión del grupo industrial, lo que incluiría la salida de su actual presidente, Ángel Antonio del Valle, que llegó al cargo en junio de 2011.

Dentro de los posibles socios industriales el mejor posicionado en esta carrera es Acciona. La constructora de los Entrecanales ha avivado en los últimos días los acercamientos y tiene mucho interés en los talleres asturianos de Duro, que visitó durante esta semana, y a los que ve como complementarios a su actividad.

Otro de los que podría sumarse próximamente a la puja es Elecnor, la ingeniería también vería con buenos ojos una entrada, aunque fuera de forma discreta, en el accionariado de Duro Felguera. Algunas fuentes aseguran que las negociaciones entre ambas comenzarán en los próximos días para ver de qué forma se puede concretar ese interés.

La opción de la directiva

La otra vía, la del socio financiero, es la que, desde el primer momento ha preferido la actual directiva de la ingeniería. El fondo norteamericano KKR había mostrado de forma inicial interés, e incluso había firmado el memorándum para tener acceso al estado financiero de Duro, pero está algo más rezagada en la pelea en la que ha entrado con fuerza el inglés Bybrook, que maneja ya unos 1.500 millones en inversiones en España. Una de las últimas fue una inyección de capital que hizo en la compañía valenciana Natra, dedicada al negocio del cacao.

En la última asamblea de Duro, Del Valle puso a dos condiciones a los nuevos inversores. Por un lado les pidió que preserven la asturianía de la centenaria empresa. Y, por otro, que mantengan el empleo. Todo pese a que hace unos días la compañía decidió cerrar su filial Tedesa, donde trabajaban 39 personas.