La creación de empleo, medida por las afiliaciones a la Seguridad Social, ha ganado intensidad en Asturias, y en la gran mayoría de las actividades económicas se está recuperando ocupación. Salvo la minería, en proceso permanente de ajuste, y la banca, también en reestructuración, el resto de subsectores han registrado ganancias netas de puestos de trabajo en los últimos años, muy claras en los negocios pegados al consumo y mucho más tibias en el caso de la construcción, la industria o el campo. Asturias ha recuperado casi 21.000 cotizantes desde 2013, cuando el empleo toco fondo, pero aún faltan 45.000 para volver a los niveles previos a la Gran Recesión.

La región ha aparecido en las últimas estadísticas laborales (Encuesta de Población Activa y paro registrado) en las posiciones de cabeza de la reducción del desempleo. Y las cifras de la Seguridad Social sugieren que la creación de puestos de trabajo se ha acelerado en 2017: las afiliaciones crecían el pasado año a una velocidad del 1,3% interanual (unos 4.600 cotizantes más en doce meses) y este año lo hacen al 2,3% (8.300 cotizantes más en julio que a la misma altura de 2016).

Ese mayor dinamismo del mercado laboral es congruente con las predicciones económicas que últimamente han elevado la previsión de avance del producto interior bruto (PIB) regional, hasta situarla cerca del 3%. Ese despegue que muestran los números ha permitido recortar distancias con el resto de España, pero no ha sido suficiente para alcanzar las tasas que la generación de empleo muestra en el conjunto del país (3,79%).

¿Qué actividades están recuperando trabajo y en qué condiciones? En los siguientes puntos se aportan algunas respuestas que se infieren de las estadísticas sobre cotizantes de la Seguridad Social en Asturias.

El consumo. La relevancia de la demanda interna y en particular del consumo de los hogares en el patrón de la recuperación económica queda reflejado en el protagonismo del comercio y de la hostelería en la creación de empleo. La suma de ambos subsectores ocupa a más de 98.000 asturianos (asalariados y autónomos). En dos años, su número ha aumentado en 4.300 personas, generalmente trabajadores por cuenta ajena y a menudo con contratos precarios (temporales o a tiempo parcial).

Otros servicios. En 2017 ganan plantilla también actividades terciarias con mayor valor añadido que las citadas y que al menos en algunos casos aportan trabajo de mayor cualificación, caso de los servicios a las empresas, las actividades profesionales y científicas y el capítulo de la información y las comunicaciones, que incluye a las empresas dedicadas a las nuevas tecnologías. Este subsector tiene unos 800 empleados más que hace dos años. Son relevantes asimismo los aumentos de afiliación observados en la sanidad y los servicios sociales (1.388 empleos más en un año) y en la Administración (1.041 más), resultados que indican que el sector público está siendo otro pilar de la recuperación laboral. El sector financiero, en reconversión tras estos años de crisis bancaria, pierde empleo y es la única excepción negativa dentro de los servicios.

Tibia mejora industrial y cambio en la construcción. La industria manufacturera, donde por lo común son más altos los salarios y más estables los contratos, ha encadenado tres años de crecimiento del empleo: el pasado junio tenía 43.707 trabajadores de alta en la seguridad, 500 más que en 2014, aunque en 2017 el aumento ha sido testimonial (unos 20 trabajadores más). La minería continúa su declive y deja con menos de 3.000 cotizantes la rama de las industrias extractivas. La rama de generación de energía se ha estabilizado (en torno a los 1.270 trabajadores), algo que también ocurre con la construcción (unos 24.000), aunque en este caso con un cambio de calado: una intensa transformación de empleo asalariado en autónomo, más precario.