El informe del comité de expertos sobre el sistema de financiación municipal pone el acento en la divergencia que existe entre los recursos que manejan los ayuntamientos forales (los del País Vasco y Navarra) y lo del resto de la península. Como ocurre en el caso de la financiación autonómica, las diferencias son sustanciales y se explican sobre todo porque los concejos vascos y navarros reciben más transferencias de las instituciones que en su caso recaudan los tributos de ámbito estatal (la diputaciones forales) que los que obtienen los demás municipios de régimen común por los repartos que realiza la Administración central.
Esas diferencias quedan al aire con datos como los que recoge el gráfico sobre estas líneas: las transferencias que reciben los ayuntamientos vascos equivalían en 2015 a 560 euros anuales por habitante, mientras que los consistorios de régimen común, como los asturianos, obtienen 310. Estos es, una corporación alavesa con una población semejante a un municipio asturiano, pongamos por caso, manejará un 80% más de recursos en ese capítulo. Los expertos establecen una conexión entre esa diferencia y los "privilegios" de la financiación regional foral: en la medida en que el sistema asegura al País Vasco y a Navarra recursos autonómicos muy superiores, las transferencias a los concejos pueden ser mucho más generosas.
