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Asturias recibe casi mil ciberataques al día, la mayoría intentos de robar datos sensibles

Gijón es el concejo con más incidentes (350), por delante de Oviedo (290) | El gusano "Conficker", el virus más frecuente

Asturias recibe casi mil ciberataques al día, la mayoría intentos de robar datos sensibles

Asturias ha recibido en lo que va de año una media de 924 ciberataques al día, según las cuentas que manejan los técnicos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe). La gran mayoría de estos incidentes son de escasa intensidad, pero llegan a ráfagas y con fuego a discreción. Lo que buscan los ciberdelincuentes es birlar la información que la víctima tiene almacenada en su ordenador, su teléfono móvil o su tableta. Pretenden robar las libretas de direcciones, contraseñas o datos aún más sensibles como los números de cuentas corrientes.

Aunque la cifra parezca muy abultada, y pese a que los coletazos de virus globales como el "WannaCry" (que causó una alerta mundial el 12 de mayo) y el "Petya" (lanzado el 27 de junio) se dejaron sentir en la región, el número de ciberataques se ha reducido ligeramente en el Principado. Según las cuentas que maneja el Incibe, durante el tercer trimestre del año pasado hubo una media de 1.097 incidentes informáticos en Asturias. Son 173 menos que los que se están recibiendo ahora. Y eso que los ciberdelincuentes van mutando sus virus para tratar de aprovechar cualquier recoveco en los sistemas operativos de los aparatos electrónicos. Los fabrican cada vez más agresivos y escurridizos para los antivirus.

Gijón concentra la mayor parte de los ataques, con una media de 350 diarios. Oviedo le pisa los talones. En la capital asturiana hay una media de 290 ciberataques cada día, según el Incibe. La clasificación la completan, por este orden, Avilés, Langreo, Mieres, Siero, Piedras Blancas, Laviana, El Entrego y Llanera.

El virus que más utilizan los ciberdelincuentes para atacar en la región, en un 37% de los casos, es el bautizado como "Conficker". Se trata de lo que se conoce como un gusano, bastante escurridizo, que usa un fallo del sistema operativo de Windows para reptar por el ordenador. Una vez dentro se encarga de secuestrar toda la información almacenada y abrirle la puerta a otros virus para que pasen y puedan campar a sus anchas.

Cabe destacar que la cuarta posición de la clasificación de los virus más numerosos de la región la ocupa el llamado "Mirai", que, entre algunas de sus funciones, tiene la de atacar a cámaras de seguridad, cegándolas y dejándolas inoperativas. Abundan también los virus que llegan y se quedan dentro del ordenador a la espera de que los ciberdelincuentes, de forma remota, les den la orden para desplegarse y atacar. Además de los que secuestran la información y piden un rescate, siempre en alguna moneda virtual, para que la víctima la pueda recuperar. Así, era como actuaban el "WannaCry" y el "Petya".

Tan virulentos y espectaculares están siendo muchos de estos ataques que el Gobierno ya está preparando un decreto ley, por mandato de la Unión Europea, para regular la seguridad de las redes y sistemas de información. Entre las medidas a adoptar, según adelanta "El País", está que las empresas operadores de servicios esenciales, como las de electricidad o las de transporte, que por motivos de imagen no notifiquen que han sufrido un ciberataque o no adopten medidas para evitarlos puedan ser castigados de forma severa.

Una de las que lo sufrió y lo reconoció de forma inmediata fue la naviera danesa A. P. Moller-Maersk. El grupo industrial nórdico calculó ayer que el ciberataque del "Petya" le había costado unas pérdidas de entre 170 y 255 millones. La compañía controla la terminal de contenedores de El Musel, que se libró del ataque por los pelos, ya que sus equipos no habían migrado al nuevo sistema informático que por aquella fecha la naviera estaba instalando y que resultó infectado.

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