El escándalo del software ilegal que instaló el consorcio alemán Volkswagen en algunos de sus vehículos diésel y las prohibiciones y restricciones al tráfico que están anunciando los ayuntamientos de algunas ciudades españolas y europeas han motivado un cambio de tendencia hacia una 'gasolinización' del mercado, que cada vez cuenta con una cuota mayor de vehículos eléctricos e híbridos, aunque todavía en niveles discretos.

El pasado mes de junio, la cuota de ventas de coches de gasolina superó, por primera vez en décadas, a la de los coches diésel, con un 47,7% frente a un 47,6%, una situación que se volvió a repetir en el séptimo mes del año, con un 47,5% de gasolina, un 47,3% de diésel y un 5,2% de vehículos eléctricos e híbridos, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

Este cambio de ciclo pone de manifiesto el impacto del 'diéselgate' y de las medidas restrictivas de los ayuntamientos sobre la tecnología diésel, en favor de los modelos de gasolina y de los automóviles impulsados con nuevas tecnologías, que están experimentando fuertes crecimientos de ventas, pero que todavía tienen una presencia reducida entre las matriculaciones. En los siete primeros meses del año, las entregas de vehículos eléctricos alcanzaron un volumen de 3.636 unidades, lo que supone un aumento del 33%, mientras que los vehículos híbridos se situaron en 32.072 unidades, un 90,6% más.