Las multinacionales de fabricación de gases industriales Praxair, estadounidense y con presencia industrial en Gijón y Avilés, y Linde, alemana, en conversaciones desde hace un año para fusionarse y crear el líder mundial del sector, han relanzado el proceso tras dos intentos fallidos.

Praxair ha convocado junta general para fines de septiembre en su sede de Danbury (Connecticut, EE UU) para reclamar la aprobación de la fusión por sus accionistas. El consejo de administración acaba de recomendar por unanimidad a los inversores que apoyen la fusión.

En el caso de la alemana Linde, que es donde existen las mayores resistencias a la integración, la compañía ha abierto el plazo de aceptación por sus accionistas, que se prolongará hasta el 24 de octubre. Aldo Belloni, consejero delegado de Linde AG, expresó su respaldo a la unión, que calificó en un comunicado como "la oportunidad histórica" para "formar parte de un nuevo grupo global de gases".

Linde tuvo que desistir dos veces por la gran resistencia interna a la fusión. Este rechazo procede sobre todo de la plantilla y de los sindicatos, que forman parte del consejo de supervisión de la multinacional. Las autoridades alemanas también fueron reticentes. Se teme la pérdida del poder alemán, la destrucción de empleo y que la gestión, en manos de Praxair, suponga el fin de la cultura corporativa teutona y la cogestión. Linde precisa el apoyo del 75% de los votos. En Praxair es suficiente una mayoría simple. La unión desbancaría del liderazgo mundial a Air Liquide.