Asturias es la tercera región española, tras Madrid y Cataluña, que acumula un mayor volumen de inversión extranjera en su estructura productiva, según los últimos datos actualizados por el Registro de Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía.
El volumen total de inversión extranjera ("stock") de carácter productivo acumulado en España asciende, a valor actual, a 347.745 millones, de los que Asturias concentra 17.576 millones, equivalentes al 5,1% del total, cuando la economía asturiana apenas representa el 1,9% de la española. Esta posición sólo la superan la Comunidad de Madrid, que acapara el 64,5% del total, y Cataluña, donde se localiza el 13,7%. En todo caso, las cifras de las dos regiones líderes (y, sobre todo en el caso de Madrid, por el efecto de capitalidad) tienden a aparecer sobrevaloradas en la estadística, como admite el Ministerio de Economía en su informe, por el hecho de que muchas multinacionales tienen su domicilio societario en Madrid y Cataluña, y es muy habitual por ello que todas las inversiones que realizan en España aparezcan asignadas a su sede central aunque se hayan materializado en realidad en otros territorios regionales. Este sesgo está mucho más compensado y limitado en Asturias, donde muchas multinacionales con centros productivos en la región tienen su sede en Madrid y Barcelona.
La relevancia de la posición asturiana es aún más llamativa en la medida en que otras regiones con mayor pujanza y similar tradición industrial (caso del País Vasco) aparecen en posiciones inferiores. El País Vasco ocupa la cuarta posición, con una cuota de participación en el total de la inversión internacional en el conjunto del país del 3,7%. Las siguientes regiones en el "ranking" (Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia) se sitúan entre el 2,6 y el 2%, y del resto de las comunidades ninguna, salvo Baleares (1,9%), alcanza el 1%.
Los datos de inversión acumulada se actualizan periódicamente, pero acumulan un retraso de año y medio en su tramitación, de manera que la información que ha hecho pública este año el Ministerio corresponde a 2015, último ejercicio del que hay cifras. Son datos a 31 de diciembre de 2015, que las empresas tuvieron de plazo para su cierre contable hasta el 30 de junio de 2016 y para cuya comunicación al Registro de Inversiones Exteriores dispusieron de otro periodo adicional de nueve meses: hasta el 30 de marzo de este año.
La inversión extranjera de naturaleza productiva y directa (una vez descontada, por lo tanto, la que se realiza a través de las llamadas Entidades de Tenencia de valores Extranjeros o ETVE, y que carece de efectos económicos directos) siguió comportándose de forma muy dinámica en Asturias en el ejercicio de 2015 (último disponible). Según Economía, Asturias registró en ese ejercicio un aumento del 8,6% de los recursos procedentes del exterior aplicados a su sistema productiva frente a un incremento medio en el país del 1,9%. El Principado fue la séptima comunidad que experimentó un mayor avance. De las 17 comunidades autónomas, el "stock" de capital extranjero se contrajo en seis, al igual que ocurrió en las dos ciudades autónomas.
La elevada posición asturiana en captación de inversión extranjera en su estructura empresarial (2,68 veces superior al peso económica de la comunidad en el producto interior bruto español) cuestiona una de las grandes tesis triunfantes en la región, según la cual habrían existido impedimentos y hechos distintivos (desde una pretendida incomunicación física diferencial respecto a la dotación de infraestructuras de otras regiones y otros rasgos supuestamente específicos) que habrían dificultado e incapacitado la captación de inversiones empresariales extranjeros. Este argumento se ha utilizado con frecuencia para intentar explicar que Asturias, tras haber sido desde el siglo XIX uno de los grandes distritos industriales españoles, apenas concentre el 2,09% de las empresas españolas (en 2011 reunía el 2,47%), el 1,9% del PIB nacional (en los últimos decenios se había mantenido por encima del 2%), el 1,37% de las exportaciones españolas de bienes y el 0,34% del número de empresas españolas que exportan de forma habitual.
La inversión extranjera la lideran como países de origen EE UU (14,4% del total), Reino Unido (12,8), Italia (11,8), Francia (11,5) y Alemania (7,9), y se concentra sobre todo en grandes empresas no cotizadas, y en los sectores energético, fabricación de productos minerales no metálicos, telecomunicaciones, comercio y otros.
