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Asturias tiene más de 300 talleres ilegales de coches, denuncia Aspa

La patronal critica las dificultades para frenar su expansión: "Nadie nos hace caso"

Un vehículo pasando la ITV. RICARDO SOLÍS

En Asturias funcionan a día de hoy unos 300 talleres de coches que operan al margen de la ley, de forma clandestina y sin pagar impuestos. Esas son las cuentas que maneja la patronal asturiana del sector, Aspa, que tiene documentada con pelos y señales, incluso con fotografías, la ubicación de la inmensa mayoría de ellos. Sin embargo, impotentes, aseguran que su lucha está teniendo escasos resultados ya que conseguir que solo uno de ellos cierre sus puertas es "complicadísimo, nadie nos hace caso". La figura del llamado "chollista" ha emergido con fuerza durante los peores años de esta crisis. Muchos son desempleados que buscan tener un ingreso sin pagar la cuota de autónomos y sin hacer frente al enorme gasto que supone montar un taller por la vía legal. Pero también hay trabajadores en activo o jubilados que buscan sacarse un dinerillo extra.

Cada año, según relata el presidente de Aspa, Rogelio Cuesta, la patronal denuncia ante los ayuntamientos y el Principado a un centenar de estos negocios ilegales, pero tan solo consigue que se cierren como mucho un par de ellos. "Muchas veces hay que acabar desistiendo porque es muy complicado", asegura resignado Cuesta. El problema está en que ninguna administración quiere coger el toro por los cuernos. Tampoco la inspección de Trabajo, la Guardia Civil (a través del Seprona) ni Hacienda pueden en muchas ocasiones ocuparse de este tipo de asuntos por falta de personal, explica Cuesta.

Y para complicar un poco más las cosas la mayoría de estos talleres ilegales están ubicados en fincas privadas con lo que se requiere una orden judicial que es bastante difícil de conseguir para que puedan ser registrados e inspeccionados. "Al final, sientes una gran impotencia. Pero creemos que esto es algo que ocurre también en muchos otros sectores, no solo en el nuestro", resalta. Ocurre también con frecuencia que una vez que se consigue cerrar uno de estos talleres clandestinos el "chollista" busca un nuevo emplazamiento para continuar con su actividad como si nada hubiera ocurrido.

"Solamente", asegura Rogelio Cuesta, "el Ayuntamiento de Avilés nos ha hecho algo de caso y ha mandado a la Policía a recoger información en alguno de estos talleres". Otro importante apoyo lo han encontrado en la asociación de consumidores Facua que está haciendo campaña para tratar de frenar la expansión de los llamados "chollistas". "Están preocupados por las consecuencias que esto puede tener para los usuarios ya que estas reparaciones no son reglamentarias y pueden producir accidentes", explica Cuesta.

En el resto del país la situación es análoga. Según la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa) un 20% de este tipo de establecimientos trabaja sin las licencias necesarias, y denuncian que la situación se ha agravado durante los últimos años de crisis. Pese a las dificultades, Aspa continúa recabando datos de estos "chollistas" así como sus ubicaciones y presentando denuncias para tratar de poner freno a este tipo de prácticas. Incluso, la propia Oficina Europea de Policía (Europol) advirtió recientemente que cada vez está más extendida la venta de recambios piratas.

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