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Dow Du Pont inicia su actividad bajo la presión de un fondo crítico para dividirla en 6 empresas

La nueva multinacional mantiene el plan de escindirse en tres grupos, aunque supedita el diseño al informe de McKinsey

Dow Du Pont inicia su actividad bajo la presión de un fondo crítico para dividirla en 6 empresas

Dow Du Pont, la nueva macromultinacional química estadounidense, comenzará a operar hoy tras haber culminado anoche, al cierre de la Bolsa en EE UU, la fusión de las dos antiguas compañías que la integran: Du Pont, dueña de un centro fabril y de servicios en Asturias, y Dow Chemical.

La compañía resultante se encarama al liderazgo sectorial global, mientras se dirimen otras fusiones internacionales en marcha en el sector y a la espera de que en el plazo máximo de 18 meses (primer trimestre de 2019) la nueva compañía se desagregue en tres sociedades distintas e independientes entre sí, especializadas en tres áreas de negocio diferenciadas: agroquímica, química de productos especiales y ciencias de los materiales.

Esta división -por la que el complejo fabril y de servicios de Tamón se dividirá entre las dos primeras compañías, ambas con sede en Delaware (EE UU) y bajo la dirección de la estructura ejecutiva de la antigua Du Pont- está no obstante sometida a incertidumbre. El diseño de la futura escisión está siendo reconsiderada.

El poderoso fondo activista Third Point, que controlaba hasta ahora el 2,03% de Dow Chemical, y que ha pasado a tener una posición del 1,01% en el grupo resultante de la fusión, ha reactivado su estrategia crítica y está demandando que la futura fragmentación de la nueva compañía Dow Du Pont no se materialice en tres compañías distintas sino en seis.

La labor opositora del fondo de cobertura ("hedge fund") Third Point, que dirige el inversor millonario Daniel Lowb, fue una de las causas -junto con la también estrategia agresiva dentro de Du Pont del fondo activista Trian Fund, de Nelson Peltz- de que Andrew Liveris y Edward Breen, dirigentes de Dow y Du Pont, llegaran en diciembre de 2015 a un pacto de fusión en el que, amén de otras consideraciones estratégicas, subyacía una maniobra defensiva frente a las embestidas de los dos accionistas rebeldes.

De acuerdo con la conducta habitual de este tipo de fondos activistas, los dos "hedge fund" neoyorquinos partícipes en Du Pont y Dow planteaban desinversiones, escisiones y revisión de negocios para maximizar la rentabilidad de ambas compañías y la "generación de valor para los accionistas". En principio, Daniel Loeb consideró satisfechas sus aspiraciones con el anuncio de fusión y posterior reagrupamiento de negocios de la nueva compañía en tres divisiones que, al cabo de 18 meses, serían escindidas y separadas como sociedades mercantiles ajenas entre sí. Ahora, sin embargo, y a la vista de que el negocio químico mundial se ha convulsionado con más fusiones en marcha (compra de Syngenta por Chemchina, adquisición de Monsanto por Bayer y otras operaciones análogas de gran calado), el agresivo inversor de Third Point considera que las condiciones de mercado se han modificado y que en las nuevas circunstancias (cuando los competidores también se están moviendo) sería conveniente desagregar la nueva Dow Du Pont en seis sociedades diferenciadas para generar mayores ahorros de costes y una facturación global más elevada. "Esta es la única manera de maximizar la creación de valor para los accionistas", dijo Loeb en una presentación.

Probablemente al hilo de estas presiones internas, Dow Du Pont encargó en julio a la consultora estadounidense McKinsey & Co. una reevaluación del diseño definitivo de la futura escisión. Según dijo la empresa, "si los resultados de nuestra revisión demuestran que hay una mayor creación de valor a largo plazo a través de un cambio en la cartera, se llevará a cabo".

Dow Du Pont, con un valor de casi 150.000 millones de dólares (unos 126.000 millones de euros), nace como una fusión entre iguales, participada al 50% por los antiguos accionistas de las dos sociedades de origen. El consejo lo integran ocho representantes de cada antigua compañía, con Andrew Liveris (ex Dow) como presidente y Edward Breen (ex Du Pont) como consejero delegado. La compañía mantendrá dos sedes: Midland (Michigan) y Wilmington (Delaware).

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