La prolongación de muchos contratos temporales más allá del 31 de agosto, principalmente en la hostelería, favoreció que Asturias fuera el pasado mes de agosto una de las siete regiones españolas donde el desempleo descendió. Lo hizo sólo en 173 personas (-0,24%), aunque ese magro resultado impidió que la región se contagiara de la súbita destrucción de trabajo eventual que, camino de la extinción de la campaña estival, se produjo en el conjunto de España: casi 180.000 cotizantes a la Seguridad Social perdidos en relación a julio y 46.400 parados más, la mayor subida para un mes de agosto desde 2008.

Asturias cerró el mes con 72.670 parados, el menor número en siete años, pero que aún supera en 27.000 personas el desempleo que la comunidad tenía hace una década. Está descendiendo a una velocidad anual del 8,78% (análoga a la media del país), de forma que, en la hipótesis de que se continuara así, se necesitarían unos cuatro años y medio más para tener el nivel de paro de 2007.

Acelerar ese proceso requeriría que ganara intensidad la creación de empleo, aún más tibia que en la mayoría de regiones según los resultados de afiliación a la Seguridad Social. Los cotizantes aumentan a una tasa anual del 2,06%, peor que el promedio español (3,45%), aunque mejor que las registradas en Galicia (2,02%), Castilla y León (1,62%) y el País Vasco (1,94%) y cercana a la de Cantabria (2,4%). Los modestos avances de ese grupo de territorios en afiliaciones indican que en el Noroeste envejecido y en algunas de las regiones con un perfil industrial más acentuado la recuperación del mercado laboral es menos vigorosa.

Esa recuperación pivota sobre el empleo temporal dentro y fuera de Asturias, particularmente en verano. En el de 2017 se han firmado en la región más contratos eventuales que nunca (92.265 en tres meses) y hasta donde llegan las estadísticas no hay precedente de un agosto en el que se hubieran rozado, como pasó en el actual, las 28.000 contrataciones de modalidades eventuales (frente a 1.239 contratos fijos). Récord de temporalidad -y por ello de precariedad, alertan los sindicatos- al que se añade la alta proporción de ocupaciones de jornada reducida: este agosto, el número de contratos a tiempo parcial (más de 11.000) fue un 82% mayor que el del mismo mes de 2009, antes de que las sucesivas reformas laborales estimularan esta especie de "mini-empleos".

La información estadística del Servicio de Empleo del Principado sugiere que el descenso del paro asturiano observado a fecha de 31 de agosto está ligado a la prolongación de buena parte de las contrataciones estivales, presumiblemente para mantener reforzadas las plantillas en actividades como la hostelería y el comercio en las primeras semanas de septiembre. Así, el número de parados que buscan trabajo en bares y restaurantes (unas 9.000 personas) permaneció estable y el desempleo subió sólo moderadamente en algunos de los municipios más turísticos, como Llanes (1,9%) y Ribadesella (1,7%), e incluso bajó en otros como Cangas de Onís (-5,25%). Que el descenso del paro lo protagonizaran sobre todo los menores de 25 años (200 parados menos) hace pensar que ellos fueron los principales beneficiarios de los contratos de nuevo cuño.

El resto de sectores registró variaciones poco significativas en un mes de agosto del que patronal y sindicatos hicieron nuevamente valoraciones disímiles. La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) considera "positivo" el balance y destaca que el descenso del paro "se concentrara en los jóvenes". UGT y CC OO vuelven a dar la alarma sobre la precariedad del empleo.