Las acciones de Liberbank cayeron este jueves el 12,37% y cerraron a 0,85 euros, tras anunciar ayer el banco de la antigua Cajastur una ampliación de capital por un importe de 500 millones de euros, equivalente a un incremento del 60% sobre la cifra actual (835,55 millones). En algunos momentos de la sesión las acciones llegaron a desplomarse el 27%, aunque la caída se suavizó a lo largo de la jornada.

El desplome (propio de la generalidad de las macroampliaciones) penaliza la dilución que conllevará la operación para las posiciones actuales de los accionistas que no acudan a la suscripción de nuevos títulos con desembolsos proporcionales a su peso en el capital y el temor a una reducción del dividendo por título a consecuencia de la puesta en circulación de una gran cantidad de nuevas acciones.

Sin embargo, el consejero delegado del banco, Manuel Menéndez, y el directivo Jesús Ruano enfatizaron a las ocho de la mañana, en una presentación ante analistas previa a la apertura del mercado, la bondad de la operación para reforzar la solvencia y las coberturas, y para mejorar la rentabilidad, que procedería tanto del reforzamiento de la entidad como de la venta de activos de riesgos, y anunciaron el restablecimiento del pago de dividendos con dinero el año próximo y un incremento del porcentaje de beneficios que se destinará a remunerar al accionista entre 2018 y 2020.

La ampliación, aprobada por el consejo de administración con el respaldo de todos los accionistas de referencia (todos los cuales se han comprometido a participar), deberá ser ratificada el 9 de octubre por la junta general de accionistas, lo que, dada la estructura de capital actual, se da por asegurado.

Duro Felguera también sufrió un fuerte correctivo, con un retroceso del 20,99%, marcando al cierre un precio en los 0,64 euros por acción. La ingeniería asturiana intenta apurar la negociación para la incorporación de nuevos accionistas de refuerzo antes de que a fin de mes venza el acuerdo con la banca acreedora por la que la compañía está eximida hasta entonces del pago de intereses y amortización del principal por los 240 millones que adeuda a las entidades financieras. La caída se relaciona con las dificultades para renegociar esa deuda y para dar entrada a nuevos inversores.