La reforma del tren de carril de Gijón, que acaba de concluir tras una inversión de cerca de 30 millones de euros, permitirá a Arcelor-Mittal fabricar en Asturias nuevos tipos de raíles para completar su oferta en el mercado ferroviario. La multinacional reinició ayer la producción en la planta después de un mes de parada en la que se ejecutaron las obras de ampliación y se realizaron las pruebas.

Durante el verano del pasado año, Arcelor-Mittal reemplazó las cajas de laminación del tren de carril, sustituyendo el sistema en dúo por el universal, que permite la laminación por las cuatro caras del raíl. Y coincidiendo con la parada estival de este año se iniciaron, el pasado 12 de agosto, las obras de la segunda fase de la remodelación, que incluyeron la ampliación de los enfriaderos, la instalación de una nueva sierra en frío, el desplazamiento de la cabina de inspección y la instalación de una nueva máquina de ultrasonidos para controlar la calidad del producto. Estas obras -en las que participaron hasta 150 operarios de 20 empresas- concluyeron la semana pasada y durante varios días se realizaron pruebas de laminación en caliente para realizar los ajustes necesarios con el fin de reiniciar la producción, operación que se llevó a cabo ayer.

Con las reformas llevadas a cabo, las instalaciones de Veriña tienen capacidad para fabricar raíles de hasta 108 metros de longitud frente al anterior tope de 90 metros, lo que permitirá al taller gijonés competir con mayores garantías en el mercado europeo del ferrocarril, donde hay plantas capaces de producir raíles de hasta 120 metros de longitud. Pero además, según señalaron fuentes de Arcelor-Mittal, las mejoras introducidas en el tren de carril permitirán fabricar en Gijón nuevos tipos de raíles (asimétricos, de cabeza endurecida?) con los que ampliar el catálogo de productos. "Cuanto mayor sea la oferta, tal como piden los constructores, más posibilidades hay de optar a nuevos contratos", señalaron fuentes de la multinacional siderúrgica.

La mayoría de la producción del tren de carril de Gijón se destina ahora a los ferrocarriles públicos de Alemania e Italia al descender los pedidos del Adif en España por la ralentización en el desarrollo de la alta velocidad.

La inversión de cerca de 30 millones de euros para ampliar el tren de carril de Gijón completa un paquete de actuaciones valoradas en más de 100 millones de euros para modernizar las plantas asturianas que incluyó también la primera fase de la reforma de la acería LD-III de Avilés.

Las baterías de coque

Arcelor-Mittal también tiene en marcha una inversión de más de 130 millones de euros para la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón. Una vez concluidas las labores de demolición de la estructura de las antiguas baterías que no se va a aprovechar, la multinacional está a la espera de que el ayuntamiento de Gijón le conceda la licencia de obra nueva, para lo que antes la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente tiene que dar el visto bueno a la autorización ambiental integrada de las futuras instalaciones. Arcelor calcula que estos trámites retrasarán el inicio de la obra unos dos meses, pero mantiene el primer semestre de 2019 como fecha de puesta en marcha de las instalaciones. De momento está adelantando trabajos auxiliares de ingeniería.