La multinacional alemana Thyssenkrupp y la india Tata Steel tienen conversaciones avanzadas para fusionar sus negocios siderúrgicos europeos, lo que daría como resultado el segundo mayor fabricante de acero del continente, por detrás de Arcelor Mittal. El proceso se ha topado con resistencias en Alemania. Los sindicatos del país recelan de una operación que, sospechan, incluirá una reducción de capacidad productiva y de empleo. Thyssenkrupp tiene unos 27.000 trabajadores en las plantas siderúrgicas afectadas por la negociación con Tata Steel, que por su parte tiene importantes centros de fabricación en Holanda. La posible fusión -presumiblemente, mediante la creación de una sociedad conjunta- afectaría únicamente a los negocios siderúrgicos de Thyssen, no a otros como las fábricas que tiene en Asturias (una de pasillos rodanes y escaleras mecánicas y otra de pasarelas de aeropuertos).