Francisco Briones, expresidente de Fórum Filatélico, y otras 28 personas se sientan desde ayer en el banquillo de la Audiencia Nacional, donde el principal acusado por la macroestafa de los sellos se enfrenta a una petición de 27 años de cárcel mientras otro de sus protagonistas, José Manuel Llorca, permanece huido de la justicia. Once años después de que se destapara el fraude, un centenar de afectados manifestó ayer su rabia increpando a los procesados a las puertas del Juzgado. Hubo en total 270.000 damnificados, entre ellos 1.392 asturianos que perdieron 20 millones y, con el tiempo, la esperanza de recuperar el dinero.

"Aunque salga una condena, no nos va a arreglar nada", opinó ayer Manuel Durán. Este vallisoliteno afincado en Oviedo era en 2006 responsable de Fórum Filatélico en Asturias cuando la Policía Judicial irrumpió, como en otras sedes de todo el país, en la oficina que el grupo tenía en la capital. Afectado personalmente como inversor y como trabajador, Durán se convirtió en presidente de una asociación asturiana de afectados que se personó en distintos procedimientos judiciales del "caso Fórum".

"La opción para recuperar el dinero y la dignidad era que el Estado hubiera sido declarado responsable subsidiario", dice Durán a propósito de un proceso judicial anterior que desarmó en buena medida la capacidad de reclamar de los afectados. En 2008, la Audiencia Nacional dictaminó que la Administración no estaba obligada a indemnizar a los perjudicados en este caso y tampoco en el de Afinsa, otra sociedad dedicada a la inversión en los llamados bienes tangibles, negocios que no tenían la consideración de financieros y que por ello no estaban bajo control de autoridades supervisoras como el Banco de España.

Sobre el papel, Fórum recibía el dinero, lo colocaba en la compra de sellos y pagaba altas remuneraciones (6% o más), muy superiores a las ofrecidas por la banca y que actuaban como un imán para los ahorradores. Según las investigaciones de la Fiscalía, se trataba de una estafa piramidal ("esquema Ponzi"), de forma que los intereses se abonaban con las nuevas aportaciones que iban haciendo los partícipes, no con la presunta revalorización de los sellos, que era muy inferior a la que Fórum recogía en sus cuentas. Buena parte del dinero acababa en empresas pantalla utilizadas para inflar el precio de los sellos y en cuentas radicadas en paraísos fiscales.

Manuel Durán remarca que los trabajadores nunca sospecharon que la actividad de Fórum fuera ilícita. "Hasta en documentos de Hacienda aparecía recomendada la empresa para la inversión en bienes tangibles; la información en los registros mercantiles y de las agencias de rating también parecía buena", recuerda. Y no se explica cómo tanto el procedimiento judicial como el concursal de la empresa ha podido demorarse once años. "Es una barbaridad, algo brutal que además nos ha generado gastos muy importantes".

Los afectados por Fórum han recuperado aproximadamente el 22% de sus ahorros. Hay bienes de la sociedad, sobre todo inmuebles, aún por liquidar, pero la expectativa de recibir más dinero es muy baja. Entre los asturianos afectados había todo tipo de perfiles: personas de edad avanzada, parejas jóvenes, profesionales...incluso alguno de los policías que luego participó en la intervención de la sede ovetense.

Ayer, Francisco Briones expuso ante el juez su propio perfil: sin formación financiera y coleccionista de sellos desde los doce años, lo fichó su hermano para el negocio cuando cumplía el servicio militar como cabo primero. Llegó a presidir la empresa, amasó una fortuna y hoy está acusado de estafa, insolvencia punible, falsedad contable y blanqueo.