La Reserva Federal (Fed), el banco central de EE UU, mantuvo ayer los tipos oficiales de interés vigentes desde el 14 de junio (entre el 1% y el 1,25%) pero confirmó que en octubre pondrá en marcha, con el inicio de la reducción de su balance, la tercera fase del repliegue de la política monetaria ultraexpansiva que ha aplicado de forma excepcional desde 2009 para luchar contra la crisis.

La retirada gradual de los estímulos monetarios comenzó con la disminución paulatina de las compras de deuda pública y privada entre el 18 de diciembre de 2013 y el 29 de octubre de 2014. Desde entonces persistió la relajación monetaria pero limitada a la reposición de la abultada deuda pública y privada que acumula en su balance (4,5 billones de dólares) reinvirtiendo los vencimientos en nuevas compras.

La segunda fase se puso en marcha el 16 de diciembre de 2015 con la primera subida de tipos de interés desde 2006, a las que han seguido desde entonces otras tres alzas de 0,25 puntos cada una. Y ahora, aunque la Fed ha pospuesto la tercera subida de tasas anunciada para este año hasta quizá el 14 de diciembre, comenzará el mes próximo la tercera etapa en la lenta normalización de su política hasta ahora ofensiva con la progresiva reducción de su balance, para lo que ya no reinvertirá en compras de nuevos títulos los vencimientos que se produzcan en su cartera, integrada en su mayor parte por bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas.

El banco que preside Janet Yellen abordará la nueva fase del proceso de retirada de modo dosificado para facilitar que el mercado absorba con la menor perturbación la retirada de las medidas extraordinarias, con la consiguiente minoración de la base monetaria y la relajación de los precios de la deuda a largo plazo.