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La renuncia a heredar supera máximos en Asturias pese a las rebajas del tributo

Un total de 868 personas rechazaron un legado en el primer semestre del año, cuando se elevó el mínimo exento hasta los 300.000 euros

La renuncia a heredar supera máximos en Asturias pese a las rebajas del tributo | GETTY IMAGES

Durante la primera mitad del año se registraron en Asturias 886 renuncias a herencias, la cifra más alta desde que el Consejo General del Notariado tiene registros. Son casi cinco rechazos de legados al día a pesar de que en el primer semestre el Principado aprobó dos reformas del tributo que elevaron los mínimos exentos e introdujeron nuevas rebajas.

Las 868 renuncias registradas entre enero y junio son 34 más que en el mismo periodo del año pasado y 29 más que en primer semestre de 2015, cuando se había registrado la cifra más alta.

Las reformas no han logrado atajar las crecientes cifras de rechazos de herencias en Asturias. El 1 de enero de este año entró en vigor en Asturias la elevación del mínimo exento de 150.000 a 200.000 euros y se acabó con denominado error de salto, y a partir del 1 de junio el mínimo exento se situó en 300.000 euros fruto de los acuerdos presupuestarios entre PSOE y PP. Además, en esa reforma la fiscalidad por la adquisición de vivienda habitual se redujo (al pasar de 10 a 3 años la obligación de no poder disponer libremente del inmueble para, por ejemplo, venderlo) y con el fin fomentar la continuidad y creación de empresas y explotaciones agropecuarias también se modificaron los beneficios fiscales existentes y se aplicaron nuevas rebajas del tributo en la transmisión.

Ni la primera reforma ni la segunda, que sólo ha tenido un mes de vigencia en el semestre estudiado, han impedido que se registre un nuevo máximo en renuncias de herencias. Durante los últimos años los notarios las han vinculado a dos factores claros. El primero de ellos es la crisis económica, que provocó que por un lado en muchos legados hubiera deudas y, sobre todo, viviendas con hipotecas cuyo importe pendiente de pagar en algunos casos es superior al valor de mercado de los pisos por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Además la crisis provocó que muchos herederos no tuvieran liquidez para afrontar el pago del impuesto de sucesiones, aunque ese factor debería perder peso con la recuperación económica. Y el segundo factor es la presión fiscal. Asturias era hasta el pasado año, junto con Andalucía, la comunidad con el impuesto de sucesiones más alto. Esa situación se ha corregido con las rebajas en el tributo. Sin embargo, las elevaciones del mínimo exento únicamente favorecen a los herederos de los grupos I y II de parentesco, que se corresponden con los descendientes, ascendientes y cónyuges. No se benefician ni hermanos, ni sobrinos, ni tíos ni primos y ahí se concentran buena parte de las renuncias de herencias, según destacan desde la Plataforma contra el impuesto de sucesiones en Asturias. "Las reformas también deberían beneficiar a este grupo, cada vez son más numerosos los matrimonios sin hijos y más habituales las herencias que reciben hermanos y sobrinos", señaló el abogado Álvaro López Castro, portavoz de la Plataforma.

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