Las consecuencias más palpables de la mala racha que están atravesando los talleres de productos largos de Arcelor en Asturias es que las plantas regionales están perdiendo puestos en la carrera por la productividad que mantienen con las del resto del grupo en Europa. Van quedándose rezagadas y están ya por detrás de la de Dunkerque, Gante y Bremen. Por lo que la empresa urgió a tomar medidas de forma inmediata en estos talleres para que las cifras remonten.

Aún así, la empresa valoró positivamente la puesta en marcha de las obras para la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón tras superar todas las barreras medioambientales. La previsión que dio ayer la multinacional es que los trabajos puedan estar finalizados en 2019. De hecho, anunció que toda la plantilla de esta instalación realizará durante el próximo año un curso de formación para conocer el manejo de las nuevas baterías, mucho más avanzadas. José Manuel Arias y Oswaldo Suárez criticaron en la reunión que para la puesta en marcha de estas trabajos se les había aplicado la legislación medioambiental de la forma "más rigurosa y restrictiva".

Los sindicatos aprovecharon el encuentro para preguntar sobre los efectos que puede tener la compra de la gigantesca planta de Ilva en Tarento (Italia). Los directivos de la multinacional aseguraron que la gran mayoría de la producción de esta instalación se destinará a ganar clientes entre las empresas italianas, un terreno, hasta ahora, poco explorado por la multinacional.

Los sindicatos valoraron muy positivamente el anuncio de la nueva inversión en la acería de Avilés. Raúl Cueto, portavoz de UGT, aseguró que supone un paso más en "la apuesta de la compañía por la región" y aseguró que estos trabajos son fruto de los esfuerzos de los trabajadores en los últimos convenios marco. Por su parte, José Manuel Castro, de CC OO, resaltó que "este tipo de actuaciones e inversiones no son lo más frecuente" en el resto de plantas del grupo tanto en España y Europa, donde se están cerrando instalaciones. Segismundo Lorenzana, de USO, puso el acento en que "se demuestra la confianza del grupo por Asturias".