Duro Felguera aumentó sus pérdidas el 6% en el primer trimestre, hasta algo más de 1,9 millones (aunque sin los costes de reestructuración hubiese ganado 0,3 millones), y redujo sus ventas el 4,5%, situándolas en 319,2 millones. Por el contrario, aumentó su cartera de proyectos el 4,1% (hasta los 2.261 millones) y mejoró su contratación en el periodo el 89,8%, hasta 413,6 millones.

La compañía está sujeta a una inspección de la Agencia Tributaria y propuesta de sanción, que ha recurrido por vía económico-administrativa. La empresa no precisa las cuantías, pero, según algunas fuentes, la liquidación reclamada por Hacienda, y que ha sido firmada en disconformidad por la empresa, supera los 100 millones. Duro aseguró en una comunicación al mercado que "en opinión de la dirección de la sociedad y de sus asesores fiscales, no es probable que se tenga que satisfacer ni el importe de la liquidación ni el de la sanción", cuya cuantía tampoco detalla.

Este contencioso suma incertidumbres económicas para Duro, que está pendiente a su vez de que prospere o no la querella de la Fiscalía Anticorrupción contra la compañía por supuestos pagos de comisiones ilegales para lograr contratos.

Duro Felguera, cuya situación de extrema debilidad financiera actual obedece en parte a facturas pendientes de cobro y reclamadas a diversos clientes en Australia, Argentina, Venezuela e India por un importe de 508 millones, aseguró ayer que en "los últimos meses ha habido un acercamiento" con su cliente Samsung, al que reclama mediante un arbitraje 136 millones por el proyecto de Roy Hill (Australia), para "llegar a un acuerdo negociado". En Argentina, donde General Electric y su subcontratista Duro Felguera reclaman 125 millones por la central de ciclo combinado de Vuelta de Obligado, ambas compañías han suspendido temporalmente el proceso de arbitraje emprendido para abrir un proceso de negociación. "De no llegarse a un acuerdo, se retomaría el proceso arbitral", dijo la sociedad.

En Venezuela, Duro "espera continuar con los cobros correspondientes al saldo pendiente de 83 millones de euros".

Antes de que se difundiesen los resultados del semestre, la Bolsa volvió a premiar ayer por segundo día consecutivo la decisión del consejo de Duro de aceptar la propuesta de la banca acreedora por la que ésta ampliará la renuncia al cobro de la deuda de la empresa y sus intereses durante otros cuatro meses.

La acción se apreció ayer en el parqué el 5,56% (aunque llegó a remontar durante la sesión el 9,26%) y cerró el día en 0,57 euros por título. Duro, que el lunes terminó en 0,61 euros, sufrió un castigo hasta los 0,52 euros del miércoles tras conocerse la querella de la fiscalía, pero repuntó en las dos últimas sesiones el 9,6%, tras conocerse que el consejo renunció a forzar el preconcurso y asumió el ofrecimiento de la banca acreedora, que es la opción por la que parecen inclinarse los inversores.

La compañía comunicó ayer por vez primera la decisión del consejo del pasado miércoles y aseguró que el acuerdo con la banca está "en fase de tramitación interna por los correspondientes órganos de las entidades financieras participantes con el objetivo de formalizarlo a la mayor brevedad y con efectos a partir del 1 de octubre" (mañana domingo), una vez que el anterior, vigente desde el 4 de julio, vence hoy, sábado.

Duro destacó el aumento de la contratación (casi del 90%) respecto al primer semestre de 2016 "a pesar de las dificultades financieras que atraviesa la compañía" por falta de avales de la banca. La reducción de ventas del 4,5% la atribuyó a la demora en el inicio de algunos proyectos en cartera y a la menor contratación en 2016 por la situación financiera.

El resultado operativo ("ebitda") empeoró el 51% y se situó en 7,8 millones, lo que atribuyó a la merma de actividad en minería y logística, menores márgenes en servicios, costes de reestructuración y alza del euro en el semestre.