La aerolínea británica de bajo coste Monarch Airlines anunció ayer el cese de sus actividades por motivos económicos y ha forzado a las autoridades del país anglosajón a iniciar un proceso para repatriar a las decenas de miles de viajeros que han quedado atrapados en el extranjero. Muchos de ellos en España, especialmente en aeropuertos de las Islas Canarias y Mallorca.

Según informó la aerolínea, que ha caído en bancarrota, se ha pedido al gobierno británico que flete aviones para devolver a miles pasajeros a sus casas. Puede haber hasta 110.000 afectados. Los administradores concursales de la compañía aseguraron que el cese de las actividades se debe a la "presión en los costes acumulados y a un entorno muy competitivo en el mercado de las aerolíneas europeas de corta distancia".

Es la tercera aerolínea que cae en las últimas semanas, tras la quiebra de Air Berlín y Alitalia. Ambas en subasta.

En España hay doce aeropuertos afectados por la quiebra de Monarch y solo ayer se anularon los 69 vuelos que estaban programados. En concreto, la bancarrota afecta a tres aeropuertos en Baleares (Ibiza, Menorca y Palma), cuatro en Canarias (Fuerteventura, Gran Canarias, Lanzarote y Tenerife), además de los de Alicante, Almería, Barcelona, Madrid y Málaga.

La compañía es muy popular entre los turistas ingleses que vuelan a pasar sus vacaciones en España. Se estima que solo en Tenerife hay unos 12.000 afectados.