Empresarios de sectores clave de la economía asturiana como el del metal llevan tiempo advirtiendo de la falta de personal cualificado en la región. Esa situación podría agravarse en los próximos años por la falta de relevo generacional. Un estudio que acaba de publicar el Consejo Económico y Social (CES) del Principado de Asturias concluye que los trabajadores de elaboración de productos lácteos, los operadores de transformación de metales y los técnicos en metalurgia y minas son las ocupaciones que "podrían presentar a corto plazo más dificultades a la hora de abordar el relevo generacional y cubrir el volumen de trabajadores que abandonará el mercado de trabajo".
El informe del CES señala que las expectativas de recuperación de la actividad económica hacen prever un aumento de la demanda de mano de obra y un descenso del desempleo en los próximos años. Además, apunta que debido a su elevado envejecimiento demográfico, Asturias cuenta con una fuerza laboral madura (el 19,5% de los afiliados a la Seguridad Social superan los 54 años), una característica que además se ha visto agudizada por la crisis, al frenarse las nuevas incorporaciones al mercado de trabajo y aumentar la emigración de los jóvenes en busca de mejores oportunidades de empleo.
"Los cambios demográficos derivados del envejecimiento de la población están teniendo y tendrán consecuencias directas en la disminución de la población en edad de trabajar y en una mayor dificultad para el relevo generacional en las organizaciones", señala el estudio del CES, que añade que el Principado va a afrontar en los próximos años el retiro creciente de los trabajadores de más edad y ese fenómeno se dejará sentir con fuerza a partir de 2020, cuando la generación del "baby boom" (nacidos entre 1955 y 1975) llegará a la edad de jubilación. Y ello se producirá sin que las generaciones más jóvenes, menos numerosas por efecto de las bajas tasas de natalidad y de la emigración, alcancen a ofrecer una alternativa para atender los puestos de trabajo que queden vacantes.
En ese escenario, el CES acometió un análisis del relevo generacional en el mercado laboral asturiano con el fin de determinar las ocupaciones en las que se prevé que existirán mayores dificultades por encontrarse más envejecidas. Los investigadores detectaron un total de once actividades con un grado de representatividad suficiente en la región que concentran el 32,7% de los afiliados a la Seguridad Social que superan los 54 años de edad y el 34,7% de los que tienen más de 60 años. En esas actividades se inscriben de manera preponderante los contratados en 14 ocupaciones, que son peones ganaderos; panaderos, pasteleros y confiteros; trabajadores de tratamiento de la leche y elaboración de productos lácteos; operadores de transformación de metales; soldadores y oxicortadores; chapistas y caldereros; electricistas de la construcción; mecánicos y ajustadores de vehículos de motor; conductores de autobuses; conductores asalariados de camiones; técnicos en metalurgia y minas; recepcionistas de hoteles; cocineros asalariados, y trabajadores de los cuidados personales a domicilio.
De esas 14 ocupaciones envejecidas en sólo tres (trabajadores de elaboración de productos lácteos, operadores de transformación de metales y técnicos en metalurgia y minas) el número de contratados anuales supera a la demanda de empleo por lo que el estudio concluye que son las ocupaciones que podrían presentar más dificultades a corto plazo para abordar el relevo generacional.
Para abordar el problema, el CES del Principado de Asturias propone mejorar la información básica sobre el mercado laboral, dinamizar la población activa (con medidas tanto para incorporar a los jóvenes y a las mujeres como para retener y atraer población) y adaptar las políticas de formación y empleo a una realidad cambiante.
