Los trabajadores de Duro Felguera Calderería Pesada, la filial del grupo asturiano propietaria de El Tallerón, de Gijón, comenzarán este mes un proceso de movilizaciones (a las que prevén sumarse otros centros de trabajo de la organización) y que culminará el día 25 con una huelga de 24 horas, según decidieron ayer en asamblea. Con estas acciones, la plantilla de Calderería Pesada pretende ejercer presión para que se despeje la complicada situación financiera del grupo. En medios sindicales se aseguró hace ya varias semanas que existe una gran inquietud tanto en esta filial como en el conjunto de Duro por la falta de aprovisionamiento de algunos proveedores y por la caída de nuevas contrataciones para garantizar la carga de trabajo, en parte como consecuencia de las restricciones financieras.

La inquietud crece en Duro por el estancamiento y bloqueo en la relación entre la banca acreedora y el presidente de la sociedad y representante del mayor paquete accionarial, Ángel del Valle. La banca, que otorgó una prórroga hasta el 15 de enero de la suspensión del cobro de la deuda financiera de Duro y sus intereses, condiciona la reactivación de avales por un importe de 31 millones para afrontar las necesidades más perentorias a que el presidente de Duro se aparte.

El presidente de Asturias, Javier Fernández, y su consejero de Industria, Isaac Pola, se reunieron en fechas muy recientes con el principal dirigente de Duro, Ángel del Valle, en un encuentro discreto y del que no se dio información ni se incluyó en la agenda pública del presidente del Principado. En el encuentro (hubo otros hace algún tiempo) se abordó la situación de la compañía y las exigencias de la banca.

En medios políticos hay mucha preocupación por la situación de la ingeniería, para cuya recapitalización hay varios inversores interesados en participar, entre ellos un grupo asturiano. Tanto esto como el canje de parte de la deuda bancaria por acciones está supeditado al entendimiento entre los bancos y Del Valle. Raquel Fernández, delegada sindical de Duro Felguera, aseguró que "la responsabilidad no es sólo del presidente de Duro, sino también del mayor accionista (la familia Álvarez Arrojo) y de la familia Arias (segundo accionista) y Teresa Arias (vicepresidenta), que mantienen su apoyo incondicional al presidente".