El grupo farmacéutico y químico alemán Bayer venderá a su rival BASF parte de su negocio de fitosanitarios y semillas por 5.900 millones de euros en metálico, para evitar solapamientos y poder financiar la compra del fabricante estadounidense de transgénicos Monsanto a comienzos de 2018. La operación puede allanar la autorización de la UE para la integración de Monsanto, vista con recelos por Bruselas.

Bayer informó de que la venta incluye el negocio de glufosinato de amonio, que es un herbicida, y las actividades con algunas semillas, que en ambos casos generaron unas ventas de 1.300 millones de euros en 2016. El grupo alemán posee una fábrica en Lada (Langreo), ajena a los negocios que ahora cambian de manos.

La operación está sujeta a que Bayer logre cerrar la adquisición de Monsanto. BASF se compromete a mantener todos los empleos fijos transferidos con las mismas condiciones hasta, al menos, tres años después del cierre de la operación.

"Hacemos algo para tranquilizar posibles preocupaciones reguladoras con el objetivo de facilitar el cierre de la transacción con Monsanto", dijo el presidente de Bayer, Werner Baumann. La compra de la compañía agroquímica estadounidense Monsanto (líder mundial en producción de semillas transgénicas) está retenida de manera temporal tras decidir las autoridades europeas de la Competencia la solicitud de información complementaria a las dos empresas para determinar si su unión pudiera crear situaciones de dominio en determinadas actividades.