Entre las viviendas que la Agencia Tributaria subastó en 2016 en Asturias, figuran diecisiete chalés de una urbanización situada en la isla canaria de Fuerteventura. Se trata de propiedades pertenecientes a una promotora asturiana. Valorados hasta en 225.000 euros, salieron a subasta por entre 102.000 y 168.000 euros. El procedimiento quedó desierto. Ocurrió otro tanto con la subasta de un barco de doce metros de escolar y construido en 1995. Salió a la venta con un tipo de licitación de 48.750 euros, pero ninguna oferta alcanzó esa cifra. Los coches son los bienes embargados que mejor consigue vender la Agencia Tributaria, aunque no son infrecuentes los casos de pujas desiertas, al igual que ocurre con las plazas de garaje y los locales.