El conflicto laboral en el complejo fabril de Central Lechera Asturiana (Clas) en Granda (Siero) amenaza con enconarse. Las instalaciones de Clas y de sus filiales industriales (Capsa y Asa) permanecen paralizadas esta mañana de nuevo en su undécima jornada de paros en lo que va de año para intentar desbloquear la negociación del convenio colectivo para el periodo 2016-2019.

Aunque la de hoy es la primera de las cinco jornadas de paro convocadas para este mes, el comité ha convocado una reunión extraordinaria para el lunes en la que se plantearán un endurecimiento de las movilizaciones y la posible convocatoria de una huelga indefinida.

Fuentes laborales explicaron que una nota difundida por el presidente de Clas, Bertino Velasco, respaldando a la dirección de la empresa y acusando al comité y a la plantilla del conflicto se ha interpretado como una renuncia a la mediación. "En vez de llamar a las partes al diálogo e intentar buscar una solución, ha optado por hacer declaraciones incendiarias", dijeron medios sindicales. "Esto nos deja pocas salidas".

Además de la concentración ante las instalaciones sierenses, los trabajadores se manifestaron esta mañana frente a dos empresas distribuidoras de productos de la compañía láctea.

El conflicto afecta a los casi 750 trabajadores del grupo en Granda (Siero), el mayor y más importante de los siete centros industriales que Central Lechera Asturiana tiene en cinco regiones, que dan ocupación a 1.300 empleados.

El resto de los centros de producción, con convenios propios, mantienen la normalidad y la compañía garantiza el abastecimiento del mercado con normalidad. La recogida de leche en Asturias se produce de forma habitual y esta materia prima se traslada a otros centros de elaboración.