Unipost, el mayor operador postal privado de España, con tres delegaciones en Oviedo, Gijón y Avilés, en las que da empleo a una treinta de trabajadores, ha anunciado un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para la totalidad de sus 2.400 empleos, que se reparten entre 82 centros de trabajo en 27 provincias. El grueso de su plantilla se concentra en Cataluña (730 asalariados) y Madrid (540).

La compañía, gestionada por una de las ramas de la familia Raventós, partícipe en el capital de Cordoníu, prevé su clausura y cese de actividad a más tardar en marzo si antes no aparece un comprador. Los despidos comenzarán a aplicarse el próximo mes. Y en un primer momento afectarán a 500 trabajadores.

La sociedad, que está en proceso concursal, podría salvar su actividad si prospera alguna de las manifestaciones de interés para la compra de su unidad productiva que ha recibido la administración concursal. Las propuestas, que están en una fase muy incipiente, proceden de al menos un fondo de inversión extranjero y un grupo de capital español.

Creada en 2001, la empresa de distribución postal, y que carece de actividad en el ámbito de la paquetería, se acogió al concurso el 12 de julio con un pasivo de 47,4 millones y un activo de 40,6 millones. En 2016, último ejercicio, la sociedad tuvo una cifra de negocio de 91,3 millones y declaró unas pérdidas de 3,9 millones.

CC OO reclamó que algún comprador se haga cargo del negocio como única posibilidad para salvar el empleo y emplazó a la empresa pública Correos que opte a la compra.