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La mayoría de viudas asturianas, fuera de la subida de pensiones que perfila el Gobierno

El aumento de la prestación desde el 52% al 62% de la base reguladora será para mayores de 65 años con ingresos mínimos

El Gobierno central prevé que el próximo año se desbloquee una mejora en las pensiones de viudedad aprobada en 2011 y aplazada desde entonces por las dificultades de las cuentas públicas. La reforma consiste en elevar del 52% al 60% la proporción de la base reguladora que se aplica para fijar la cuantía de la prestación. Las condiciones en las que ya hace siete años se diseñó el cambio harán que el número de beneficiarios quede limitado a una parte de las viudas que cobran las pensiones mínimas del sistema y que carecen de otros ingresos. En Asturias, la gran mayoría de las pensionistas (más del 80%) quedará fuera.

Fuentes del Gobierno confirmaron que el departamento de Fátima Báñez prevé tener listo antes de fin de año el reglamento que desarrollará el cambio en las pensiones de viudedad. La norma determinará, entre otros aspectos, si la nueva fórmula de cómputo y las subidas que conlleve entrarán en vigor una vez o de forma gradual en varios años. En 2011 estaba prevista está ultima opción. El hecho de que se mantuviera suspendida la reforma durante un lustro abre la puerta a que el incremento se haga ahora de golpe. Refuerza esa hipótesis el hecho de que los cambios tendrán un impacto económico modesto en las cuentas del Estado.

Será así porque la mejora de las pensiones de viudedad se circunscribirá a un perfil muy específico de beneficiarios: personas mayores de 65 años, que no perciban otra prestación, que no trabajen por cuenta ajena o propia y cuyos ingresos por todos los conceptos no superen los límites establecidos para tener derecho a la pensión mínima de viudedad.

La reforma excluye en primer lugar a las viudas con cargas familiares, porque para ellas la pensión es ya equivalente al 70% de la base reguladora. Quedan fuera también las viudas que a la vez cobran pensión de jubilación (cobrar dos prestaciones es posible mientras no se superen ciertos topes) y las que trabajan, cualesquiera que sean sus ingresos por el empleo (trabajo y pensión de viudedad son legalmente compatibles). El cambio se concentrará así en las viudas que cobran el llamado complemento a mínimos, un plus que abona el Estado hasta alcanzar la pensión básica del sistema (638 euros al mes para las mayores de 65 años) cuando el historial de cotización del cónyuge fallecido no lo permite por sí mismo. Pero para este grupo tampoco la subida será generalizada: las pensionistas tendrán un incremento por un lado (al llegar al 60% de la base reguladora), pero por otro se les retirará todo o parte del complemento. Ello rebajará la factura para el Estado: parte de lo que se pague de más con cargo a las cotizaciones a la Seguridad Social se ahorrará en los complementos a mínimos, financiados con impuestos.

En Asturias, hay 83.097 pensiones de viudedad, entre ellas 15.000 que cobran las pensiones mínimas legales. Entre estas última estarán las beneficiarias potenciales de los cambios que perfila el Gobierno.

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