La banca acreedora de Duro Felguera, liderada por el Banco Santander, dio ayer la autorización definitiva para activar avales a la compañía asturiana por un importe de unos 32 millones de euros que permitirán a la compañía aliviar sus tensiones de liquidez y atender desembolsos ordinarios y perentorios, eludiendo así el riesgo de incurrir en una eventual suspensión de pagos.

La operación recibió el plácet definitivo de los bancos Santander, su filial Popular, Sabadell, Caixa Bank, Bankia y BBVA, principales acreedores, una vez que en sus procesos internos de decisión y en sus comisiones de riesgos se respaldó la propuesta de solución planteada por el Banco Sabadell.

Para desbloquear la situación, el Banco Sabadell adquirirá a Duro Felguera su sede madrileña por 33 millones de euros. Con esos recursos, y descontadas las cargas que deberá liberar la empresa, la compañía se quedará con 10 millones en caja. Duro utilizará estos recursos como prenda para recibir los avales bancarios.

La banca acepta esta fórmula y ya no reclamará a los accionistas de referencia la aportación de garantías por el 50% de los avales como había exigido. Esta petición había recibido una respuesta negativa.

La oferta del Banco Sabadell para adquirir el inmueble era la preferida por las partes frente a la propuesta competidora, planteada por Sandra Ortega, hija del fundador del grupo textil Inditex, Amancio Ortega. Aunque esta propuesta era de superior cuantía (38 millones de euros), sus condiciones mermaban de forma relevante la cuantía final de la que dispondría la ingeniería asturiana, dado que exigía el pago de una fianza de 7 años y una permanencia de Duro como inquilina. Sabadell pide una fianza de 6 meses.

La materialización de la operación podría producirse la semana próxima y es previsible que el consejo de administración se reúna entonces para formalizar la aceptación del documento que le presenten los acreedores con las condiciones definitivas.

Las entidades financieras negociarán entre sí el reparto de los riesgos adicionales que asuman como colectivo con Duro. "Hay luz verde", confirmaron medios del colectivo bancario y de las entidades que asesoran a los acreedores en la operación.

El desbloqueo de los avales, sumado a la moratoria financiera que las entidades prestamistas prorrogaron hasta el 15 de enero y durante la que Duro no paga sus deudas ni sus intereses, permitirá al grupo una mayor holgura.

En paralelo quedan más cuestiones por despejar. Permanece la cuestión del relevo de Ángel del Valle en la presidencia, una demanda que planea desde hace meses sobre el proceso y que la banca pretende desvincular para que se formalice como una reflexión autónoma del consejo de la empresa en virtud de los cambios de gestión del negocio -que sí demandan los acreedores- para invertir la tendencia económica de la empresa. La querella presentada por la fiscalía en la Audiencia Nacional por supuestos pagos de comisiones en Venezuela años atrás es otro factor que presiona al consejo y a Del Valle, representante del mayor grupo accionarial (24,4%) para que éste dé un paso atrás y siga en el consejo como vocal. El actual consejero independiente Acacio Rodríguez sería bien visto por los acreedores como presidente transitorio hasta que entren nuevos accionistas en la prevista ampliación de capital.

De momento hay tres inversores interesados en aportar recursos y con los que persisten los contactos: el empresario asturiano Blas Herrero, el fondo Bybrook y otro vehículo inversor representado por el empresario y gestor Juan Béjar. La ampliación de capital estimada alcanzaría los 300 millones, de los cuales 100 millones los aportarían los nuevos inversores, y 200 millones emanarían de la banca acreedora mediante un canje de deuda por acciones, lo que reduciría el endeudamiento bancario de la empresa al equivalente al 40% de la deuda actual aproximadamente.

La deuda financiera bruta de Duro sumaba el 30 de septiembre 359 millones, y la neta superaba ligeramente los 267,2 millones, comunicó la empresa el martes.