El presidente del Principado, Javier Fernández, alertó hoy de que "precipitar" el cierre de las centrales térmicas de carbón sería un "error y perjudicaría gravemente la actividad industrial".

En un foro económico organizado por Santander y LA NUEVA ESPAÑA, el presidente asturiano se ha referido al debate sobre el cierre de las centrales térmicas y la descarbonización, marcado en Asturias por la petición de Iberdrola de cerrar la central de Lada. Fernández destacó que "la clausura anticipada de las térmicas supondría una nueva reconversión industrial, que afectaría al polo energético formado por las propias centrales, los empleos directos e indirectos, la logística y el impacto sobre el movimiento portuario".

"Precipitar el cierre es un error y perjudicaría gravemente nuestra actividad industrial", aseveró el presidente, que insistió en su rechazo a la reciente aprobación en el Congreso de los Diputados a una resolución que propone reducir los límites de emisiones de CO2 en el marco de las directivas europeas del denominado "paquete de invierno".

Fernández ha indicado que la extracción de carbón nacional tiene hoy un horizonte más limitado aún en el tiempo que el de las térmicas, al tener que cerrar en 2018 las explotaciones deficitarias, y señaló que flexibilizar ese plazo, llevarlo más allá en el tiempo, es una posición que el Gobierno del Principado, y espera que el Gobierno de España, están trasladando a la Unión Europea.

Por otra parte, consideró que la descarbonización de la economía "es uno de los mayores desafíos de los próximos años", que "si se hace mal" puede provocar además un alza del precio de la electricidad, "tanto para los consumidores domésticos como para los industriales".

Fernández respaldó la intención del Ministerio de Energía de regular el cierre de las centrales rentables con un sistema que permita a otras empresas, mediante subastas, asumir la gestión de las plantas que se quieran clausurar. "Estoy seguro de que habrá empresas que se quieran hacer cargo de la central de Lada", señaló el presidente del Principado.

En su intervención y en el turno de preguntas, Fernández toco otros temas. Así, expresó su "negativa rotunda" a la extensión del modelo de concierto económico a Cataluña como un "apaño" para solucionar el "conflicto catalán", ya que generaría comunidades autónomas ganadoras y perdedoras. "No acepto en modo alguno que Asturias pueda formar parte del pelotón de perdedores", señaló Javier Fernández. El jefe del Ejecutivo autonómico afirmó que el de Cataluña es "un problema de todos" e hizo una radiografía de los daños "evidentes, probables, tentaciones y los daños ocultos", que a su juicio, conlleva esta situación.

En el marco de las "tentaciones" se preguntó si es "malpensado" al sospechar la posibilidad de que el "apaño económico" pueda formar parte de las ofertas de solución al "conflicto catalán" para mostrar a renglón seguido su "negativa rotunda tanto a la extensión del modelo de concierto como a un acuerdo bilateral entre la Generalitat y el Gobierno de España sobre las condiciones de financiación de Cataluña". Según advertió, ello haría que el régimen común, en el que está enmarcado Asturias, fuera sólo "el pequeño régimen de las comunidades sin privilegios".

Además, Fernández abogó por que la aprobación del cupo vasco vaya acompasada con la negociación del sistema de financiación autonómica y se puedan establecer "fórmulas" para que País Vasco y Navarra, comunidades fuera del régimen general, aporten a la solidaridad común.

El presidente asturiano indicó que el sistema de concierto vasco y navarro es una "fórmula de carácter confederal a efectos fiscales" que no cree que "convenga discutir", pero sí ha abogado por debatir acerca de sus resultados. El dirigente socialista ha sostenido que saber "si ese cupo es ajustado o no es la caja negra de la política española", ya que "nadie sabe muy bien cómo se calcula", y ha criticado que en este sistema "no va incluida ninguna participación en los mecanismos de solidaridad" de las comunidades de financiación común. Frente a la situación actual, ha sostenido que "convendría que en lugar de aprobar ahora la ley de cupo para cinco años se apruebe dentro de unos meses cuando también se esté negociando el sistema de financiación autonómica" y así se vería la "fórmula" para que desde el cupo se trasfirieran recursos a las comunidades y al sistema de financiación de servicios públicos esenciales.

En respuesta a otras preguntas, el presidente del Principado también se ha referido al Plan Demográfico de Asturias para subrayar que su aprobación es "absolutamente imprescindible", aunque ha reconocido que "no cabe esperar que sea la panacea de nada". Fernández ha dicho que el declive demográfico es "el problema medular que tiene Asturias", ya que el 24 por ciento de la población tiene más de 65 años.

Además, sobre la negociación de los presupuestos regionales, Fernández señaló que el Gobierno está dispuesto a comprometerse a ampliar la red de escuelas de 0 a 3 años y a ampliar la dotación económica, pero destacó la dificultad económica y de legislación de que se incluya en el sistema público tal como demanda Podemos en el marco de la negociación de las cuentas regionales.