Las térmicas de carbón asturianas recibieron más de 140 millones de euros en ayudas para rebajar sus emisiones de dióxido de azufre. Ese incentivo a la inversión medioambiental es el que ahora ha puesto en entredicho la Comisión Europa (CE), que ha abierto una investigación para determinar si se ajusta a las normas sobre ayudas estatales de la UE. Si no fuera así, las compañías eléctricas estarían obligadas a devolverlas, lo que supondría un nuevo obstáculo para la supervivencia de las centrales de carbón.

El consejero de Empleo, Industria y Turismo del Principado, Isaac Pola, indicó ayer que las centrales de Iberdrola, EDP y Gas Natural Fenosa en Asturias obtuvieron ayudas estatales para instalar plantas desulfuradoras. En conjunto, durante los últimos diez años y en función de su potencia, las centrales de carbón de Lada, Aboño, Soto de Ribera y Narcea consiguieron más de 140 millones de euros que les permitieron financiar hasta la mitad del coste de las plantas de desulfuración. Ahora la CE investiga esas ayudas estatales, que suman 440 millones, al temer que se hayan entregado a cambio de rebajas de emisiones a las que ya estaban obligadas las térmicas.

El ministro de Energía, Álvaro Nadal, comparó ayer el caso de estas ayudas con las recibidas por los astilleros -el sistema de financiación denominado tax lease-, que finalmente fueron declaradas conforme a la legislación comunitaria. Según Nadal, cuando se aprobó el incentivo a las térmicas en 2007 se ajustaba a las normas de ayudas de Estado y ahora se ha producido un cambio de criterio de Bruselas que "no puede ser de manera retroactiva". Nadal afirmó que el Gobierno hará "todo lo que se pueda" para que plantas de carbón que son eficientes y abaratan el coste de electricidad, como la de Lada, sigan abiertas.

Los secretarios generales de CC OO de Industria y UGT-FICA en Asturias, Damián Manzano y Jenaro Martínez, respectivamente, afirmaron que detrás de la investigación de la CE ven la mano de los "poderosos enemigos" del carbón y apuntaron hacia el "lobby del gas", dejando caer que los infrautilizados ciclos combinados serán lo más beneficiados con el cierre de las térmicas de carbón. El consejero de Empleo, Isaac Pola, señaló que la investigación de Bruselas se produzca cuando Iberdrola se plantea cerrar la central de Lada es una "curiosa coincidencia".

Pola acompañó ayer al presidente del Principado, Javier Fernández, en la reunión que mantuvo con los representantes de CC OO de Industria y UGT-FICA para hablar de la central de Lada. Los sindicalistas reclaman un frente de defensa de las térmicas porque Asturias "se juega mucho". No sólo el mantenimiento de una actividad económica y su empleo, también un factor de estabilidad de la tarifa eléctrica en un región con una industria muy sensible al coste energético, y una garantía de tráfico para El Musel y el sector de la logística.