España aminoró en una décima su crecimiento económico en el tercer trimestre respecto a los tres meses precedentes, y situó su tasa de avance en el 0,8% intertrimetral y 3,1% interanual. La desaceleración (que confirma los pronósticos que habían avanzado BBVA y Funcas) se produce no por cuestiones internas (caso de las tensiones secesionistas catalanas) sino por una caída de cuatro décimas en la aportación exterior, que se redujo del 0,8 puntos a 0,4 según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por el contrario, la demanda interna siguió acelerándose y su contribución alcanzó los 2,7 puntos, cuatro décimas más. El saldo exterior por cuenta corriente y de capital sigue en positivo (22.900 millones en doce meses), el 5,37% inferior, según el Banco de España que un año antes.

Pese al crecimiento económico, el coste laboral unitarios se redujo en tasa anual y mermó el 0,2%, según el INE. En el caso de las remuneraciones medias se mantuvieron, según el Banco de España, aunque la rentabilidad empresarial sigue al alza.