La dirección de Capsa y el comité de empresa de la factoría de Granda (Siero) mantienen diferencias sobre los salarios tras la reciente reanudación de las negociaciones. Las posiciones se han acercado sobre la subida pendiente para 2016 y las previstas a partir de 2018 (la empresa ofrece el 1,3% anual más un componente variable y el comité pide el 1,4%), pero el escollo está en la actualización correspondiente a 2017 porque la dirección plantea congelar los salarios "pese a tener hasta junio once millones de beneficios", remarcó ayer Ramón Urbano, presidente del comité. Los sindicatos también consideran una "línea roja" que se readmita a un trabajador despedido y que se retiren los expedientes abiertos y las sanciones impuestas por Capsa en el contexto de las movilizaciones protagonizadas por la plantilla. Este último asunto aún no ha sido abordado en la negociación. El comité de empresa celebrará hoy una reunión extraordinaria para fijar postura sobre la oferta salarial.