Ocurre en bastantes ocasiones que el hilo musical de las salas de espera de las consultas médicas consigue poner al paciente más nervioso de lo que está. Un estado nada aconsejable en esos casos, donde la tranquilidad debería de ser un plus. Javi Otero y Marcos Burón, dos asturianos que tras muchos años de actividad laboral fuera de la región han retornado al Principado, trabajan en revertir ese tipo de situaciones. Son especialistas en inducir estados mentales, como el del reposo o la meditación, guiando las ondas cerebrales hacia ese camino. El de la calma. Lo hacen mediante determinadas frecuencias de sonido. "Cuando estás meditando, las ondas cerebrales se posicionan dentro del cerebro de una determinada manera. Lo que hacemos es sincronizarlas para poder inducir esos estados", explica Burón.

A esa técnica la han bautizado como "sonocéutica". "No es una terapia musical ni son baños de sonidos", aclara Otero. "Trata de explorar qué se puede hacer con las frecuencias del sonido, una especie de medicina". De hecho, ahora pretenden darle base científica al término con estudios controlados en laboratorio. El objetivo es que el sistema llegue al gran público, que su uso acabe normalizándose y sacarlo del reducido grupito de adeptos que ya tiene. Para conseguirlo han creado una marca que han bautizado como Theel, el nombre de su empresa.

Javi Otero conoce muy bien esa técnica. Trabajó diez años para una empresa inglesa especializada en la estimulación por sonidos. Pero hace un tiempo decidió volver a su tierra para continuar en el Principado con su carrera profesional.

Una camino similar ha llevado Marcos Burón, pero su destino profesional estuvo ligado durante años a Madrid y a empresas relacionadas con la comunicación. La casualidad los unió en este proyecto común, aunque se conocen desde pequeños. "Un día Javi me llamó y me dijo que estaba trabajando en un audio que no suena y me interesó mucho", asegura. Desde entonces casi todos sus proyectos fluyen juntos. Con el método en el que están trabajando son capaces de guiar las ondas cerebrales mediante el sonido hacia un estado de meditación de forma rapidísima. En tan sólo diez minutos, asegura Burón. "Hay muchas personas que saben que meditar es bueno pero desconocen cómo hacerlo y ésta es una forma muy neutra de llegar a ese estado. Sólo hacen falta unos auriculares", dice Otero. Están preparando ya aplicaciones y hablando con empresas que quieran incorporar el mecanismo a su entorno laboral.

Además de la sala de espera del médico, su empleo puede ser útil en empresas de transporte para hacer que los pasajeros vayan más relajados durante el trayecto o para que se puedan recuperar mejor después de un largo viaje en el que corren el peligro de sufrir el efecto "jet lag", explican. El mercado en países como Estados Unidos -donde este tipo de técnicas son más populares- es enorme. Allí, al otro lado del charco, estos sistemas de guía por sonidos mueven millones al año.

Los beneficios de la relajación son múltiples, defienden. Entrar en meditación puede servir para luchar contra la ansiedad o para personas con dificultades para dormir, y, por supuesto, es una excelente medicina para mejorar la atención. "Meditar es como meterse hacia dentro y muchas veces encontrarte con tus miedos o tus frustraciones", describe Otero.

Pese a la juventud de la empresa (nació este año), los avances de Theel con la "sonocéutica" ya están llamando la atención. Acaban de recibir un premio en la Universidad de Sofia de Palo Alto (en California) llamado "TransTech" y que reconoce a las compañías que aplican la tecnología para mejorar la salud y el bienestar de las personas. Fueron elegidos en la clasificación de compañías emergentes.

Otra de sus líneas de negocio es la de enriquecer los espacios para hacerlos más saludables. Esto implica adecuar las salas con determinados sonidos, luces o colores. Lo han probado ya con personas mayores en un programa de envejecimiento activo promovido por el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI).

Para desarrollar sus proyectos tienen toda una red de contactos por el mundo de investigadores de Inglaterra e Italia.