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La reconversión del sector más golpeado por la crisis

La construcción asturiana cambia de fachada

Las obras de rehabilitación de edificios crecen con vigor en el Principado: la inversión superará este año los 31 millones y se agotan todas las ayudas públicas que se convocan

La construcción asturiana cambia de fachada

La atonía del sector constructor asturiano ha obligado a muchas compañías a cambiar de fachada. A falta de grúas para levantar nuevos edificios, lo que está repuntando con más vigor es la actividad de las empresas que se dedican a la rehabilitación exterior de los inmuebles para librarles de humedades y mejorar su aislamiento térmico o acústico, así como a las actuaciones para hacer más accesibles entradas y los ascensores, especialmente de los más antiguos, que en Asturias se cuentan por miles. El negocio ligado a estas obras no ha parado de crecer durante los últimos cuatro años, especialmente en Gijón. Así, este año está previsto que se superen los 31,6 millones de euros invertidos por las comunidades de vecinos que se habían alcanzado el año pasado, según estiman las propias compañías.

Prueba de que esta actividad crece notablemente es que las subvenciones que ponen en marcha las diferentes administraciones para estimular las reformas se agotan enseguida. En cuestión de días. "Hay mucha más demanda que oferta", resume Andrés Velasco, responsable del departamento de marketing de Esfer, una de las empresas especializada en rehabilitaciones. "Tramitamos muchas de estas ayudas para nuestros clientes, y a menudo tuvieron que quedarse fuera", añade. De hecho, ahora mismo no hay ninguna convocatoria en marcha, salvo en algún ayuntamiento como el gijonés. Por eso, hay proyectos parados y a la expectativa de una nueva oleada de incentivos en forma de subvención para el próximo año, especialmente por parte del Gobierno central. El Principado repartió este año casi nueve millones para este tipo de trabajos que se agotaron en un abrir y cerrar de ojos.

Pese a la cuestión de las ayudas, a las compañías asturianas especializadas en la rehabilitación no les falta trabajo. "Tenemos bastante obra en marcha", asegura Ignacio Alonso, de la oficina técnica de la avilesina Sypsa. Lo que más piden las comunidades de vecinos, relata, son cambios en las fachadas para eliminar los problemas de filtraciones y de humedad. Muchas aprovechan y una vez que están montados los andamios también se deciden a hacer cambios en las cubiertas del edificio. Siempre con el objetivo de mejorar el aislamiento. Una de los requisitos de las subvenciones es que el inmueble consiga escalar posiciones en el baremo que mide la eficiencia energética de los inmuebles y que los cataloga desde la "A", para aquellos que son más eficientes (tienen menos pérdidas de energía y con ello generan menos emisiones contaminantes), hasta la "G", donde el gasto se dispara. La mayoría de los inmuebles asturianos está en los peldaños intermedios. Cuanto más se ascienda en este tramo alfabético mayor es también la cuantía de la subvención. Generalmente, estas ayudas suelen cubrir un 30% del presupuesto para las obras si se sube un nivel.

Tirando de cifras, Susana García Rama, gerente de la compañía García Rama, resalta que en algunos ejercicios, como ocurrió en 2016 por ejemplo, la ratio de inversión en obras de rehabilitación de edificios en Asturias por habitante fue de los mayores del país (solo superada por Baleares) y estuvo muy cerca de la media europea, a la que, pese al reciente impulso de este sector, España aún no logra acercarse demasiado.

Las compañías asturianas esperan que el Informe de Evaluación de Edificios (IEE) que tienen que superar los inmuebles con más de 50 años de antigüedad empuje aún más la rehabilitación de viviendas en el Principado. García Rama también destaca el impulso que se está dando a la rehabilitación desde el Ayuntamiento de Gijón, donde, explica, las ayudas para esta actividad suelen estar disponibles durante todo el año. "En la ciudad hay también una mayor concienciación ciudadana de la necesidad de conservar los edificios", asegura. Hasta noviembre, en Gijón se realizaron obras de rehabilitación en 196 inmuebles, por los 28 de Oviedo, los 25 de Llanes y los 21 de Siero.

Hay dos formas de abordar la rehabilitación de una fachada. Una, explican los empresarios, es mediante el llamado Sistema para el Aislamiento Térmico por el Exterior (Sate). Está cimentado en métodos tradicionales de albañilería y es el más barato. La otra opción es la de las fachadas ventiladas, en las que se puede utilizar casi cualquier tipo de material para mejorar el aislamiento térmico y acústico del edificio. Se basa en un sistema de capas, generalmente tres, que envuelven el inmueble. Este procedimiento ha ido ganando en popularidad durante los últimos años, modificando además la estética de los núcleos urbanos.

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