La compañía asturiana Proyectos, Construcción e Interiorismo (Procoin) ha solicitado el concurso voluntario de acreedores después de semanas en situación de preconcurso por impagos de sus clientes y problemas de liquidez. Este paso vendrá acompañado, además, de una regulación de empleo, aunque la dirección de la empresa, que cuenta con 40 años de trayectoria en la región y una plantilla de 75 trabajadores, no precisa por ahora la magnitud del ajuste ni tampoco si será de extinción de los contratos o de suspensión temporal. En parte, porque la decisión final tendrá que consensuarla con el administrador concursal que nombre el juez y que aún no ha sido designado.

El primer ejecutivo de Procoin, Juan Luis Herrero, aseguró que el concurso es la mejor forma "de proteger a los trabajadores" y de continuar con la actividad. "El mayor problema que tenemos es para cobrar de nuestros clientes", señaló. El caso es que la empresa tiene una cartera de obras en ejecución bastante nutrida, por valor de 18 millones. Y la deuda con la banca y los proveedores se había conseguido recortar bastante en los últimos años, según Herrero.

Los empleados, mientras tanto, están viviendo unas fiestas navideñas bastante agitadas y han convocado una manifestación para hoy mismo delante las puertas de la sede central de la compañía, en el polígono de Silvota. El presidente del comité de empresa, Emilio González Buelga, señaló que muchos de los trabajadores están ya en una situación económica complicada. Procoin, explica, les adeuda las últimas dos nóminas y media.

A todo esto se ha añadido que Procoin se ha visto envuelta también en la crisis del Popular. La constructora trabajaba habitualmente con esta entidad financiera, además de con el Sabadell y Liberbank. Pero este verano se quedó sin la cobertura de circulante en el tramo que habitualmente le cubría el citado banco después del cambio de propietario y los nuevos criterios que impuso el nuevo dueño del Popular, el Grupo Santander, que lo adquirió por un euro tras la intervención de junio.

Con este escenario, Procoin decidió solicitar el preconcurso de acreedores a principios de noviembre. La intención era apurar la negociación con los bancos y blindarse ante eventuales embargos. Ahora la dirección ha decidido dar un paso más y pedir el concurso voluntario para tratar de superar este trance económico. "Ahora habrá que ver y evaluar con el administrador cuál es el mejor camino para conseguir la viabilidad", señala Juan Luis Herrero.

La plantilla, sin embargo, asegura sentirse "engañada" por la cúpula del grupo constructor. "Desde un principio se nos transmitió que la situación era buena y que el preconcurso sería por un periodo corto y transitorio para arreglar un puntual problema de liquidez", señaló el comité de empresa. Ante este panorama, afirma Emilio González Buelga, la nómina de trabajadores ha ido menguando durante las últimas semanas. "Muchos se han ido buscando trabajo en otras empresas", asegura.

Otro problema añadido es que, ante la situación de bloqueo en la que ha quedado la empresa, muchos de sus clientes han ido cancelando sus contratos para las obras que estaban en marcha o ya proyectadas. Muchos de ellos de forma unilateral, según denuncia la dirección de la empresa. Por lo que ahora quedará en manos del juez decidir si Procoin continúa o no con estos trabajos.