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El "catastrazo" de la década: el IBI, el impuesto que más sube en Asturias

Los asturianos pagan 106 millones más que en 2007 para sostener las arcas de los ayuntamientos dañadas por la crisis

El "catastrazo" de la década: el IBI, el impuesto que más sube en Asturias

Los hogares y las empresas asturianas pagaron en 2016 un total de 262,1 millones de euros por el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), cantidad que supone 106 millones más que diez años atrás. Tal aumento se explica por las políticas desplegadas durante la crisis económica para sujetar los ingresos de los ayuntamientos y corrobora que el IBI es el impuesto cuya carga fiscal más se ha incrementado en este tiempo.

El Ministerio de Hacienda acaba de divulgar detalles de los ingresos de los ayuntamientos durante 2016 y esa información confirma que la factura del IBI para los asturianos -medida a través de los técnicamente llamados "derechos reconocidos"- creció el 2,8% en ese año. La suma de la recaudación correspondiente al IBI urbano y al rústico alcanzó así un nuevo máximo histórico. La cantidad resultante (los citados 262 millones) es un 68% mayor que la de 2007, incremento superior al experimentado por cualquiera de los principales tributos que recaudan en Asturias las distintas Administraciones.

Los ingresos de Hacienda por los grandes impuestos de ámbito estatal (IRPF, IVA y Sociedades) permanecen por debajo de los niveles previos a la crisis. Los sucesivos gobiernos centrales aplicaron subidas en esos tributos a partir de 2010 dentro de las políticas para contener el déficit de las cuentas públicas. El mayor de los incrementos del IRPF se aprobó en 2012, con el primer ejecutivo de Mariano Rajoy, si bien a partir de 2015 también el PP decidió una rebaja. Otro tanto ocurrió con el impuesto de sociedades, cuya recaudación (275 millones en 2016) aún está lejos en Asturias de la que se alcanzó en 2007 (682 millones).

Entre los gravámenes de ámbito autonómico, la recaudación regional del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (104 millones) no llega a la mitad de la consignada hace diez años, en lo más alto del boom inmobiliario. En cambio, los ingresos por sucesiones y donaciones (150 millones) fueron en 2016 un 60% superiores a los de 2007, aunque en este caso no como consecuencia de subidas en el tributo (el Principado aprobó bonificaciones durante ese período), sino por el número y cuantía de las herencias.

El subidón del IBI coincidió en los ayuntamientos con una moderación en los ingresos de la viñeta, con una caída en los del impuesto de obras y construcciones (por el hundimiento del sector durante la crisis) y, singularmente, con un aumento también relevante (42% en diez años, hasta los 42 millones) de la recaudación de las plusvalías. Esta última variación, al igual que la correspondiente al IBI, se explica principalmente por los incrementos en los valores catastrales a través de distintos procedimientos: las revisiones ordinarias decididas por los ayuntamientos, un mecanismo de actualización exprés establecido por el Gobierno central y los procedimientos de "regularización" que el Catastro ha desplegado por toda Asturias para localizar inmuebles o parte de ellos que estaban sin declarar. Hoy el valor catastral agregado de todos los bienes inmuebles urbanos de Asturias es un 86% superior al de 2007, en buena parte como consecuencia de las citadas medidas.

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