La ingeniería asturiana TSK y EDP Servicios Financieros, filial del grupo portugués EDP con sede en Oviedo, formaron parte de los grandes clientes del Banco Popular que sacaron depósitos millonarios de la entidad en las fechas inmediatas anteriores a su intervención y venta por un euro al Banco Santander el día 7 de junio de 2017.

Ambas compañías figuran en un informe interno del Popular sobre clientes cualificados y que está fechado el mismo día 7 de junio. Según ese documento, divulgado por "El Mundo", TSK movió del Popular 17 millones de euros, y EDP sacó 13 millones.

La citada relación está encabezada por varias instituciones públicas, empezando por la Seguridad Social, que sacó del banco de raíz madrileña 1.140 millones durante la semana anterior a la intervención. También rescataron fondos el Ayuntamiento de Barcelona y la Comunidad de Madrid. Todos lo hicieron con el propósito de blindar el dinero frente a una hipotética quiebra. De haberse producido formalmente ésta última (caída del Popular sin mediar venta a otra entidad), el Fondo de Garantía de Depósitos únicamente habría asegurado 100.000 euros por cada titular.

Izquierda Unida (IU) denució ayer que el Gobierno oculta información de forma "deliberada" sobre las empresas públicas que retiraron fondos de Banco Popular en los días previos a su resolución, ejecutada finalmente en la noche del 6 al 7 del pasado mes de junio.

La formación política lamenta en un comunicado que el Ejecutivo no ha facilitado la "información concreta" sobre una batería de cuestiones relacionada con la actuación del Gobierno, en particular del Ministerio de Fomento, en los días previos a la resolución de Popular. El Ejecutivo ha defendido que las distintas empresas dependientes de Fomento, "dentro de su operativa habitual", buscan obtener "la mejor rentabilidad posible entre los productos ofertados por las entidades bancarias", por lo que explica que "diariamente se producen movimientos en las cuentas corrientes" de estas entidades.