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La estructura del tejido productivo

Aumentan por segundo año las empresas asturianas que superan los cincuenta empleos

Las compañías de más tamaño, sin embargo, no llegan al 0,6% del total y aún son menos de las que había a principios de siglo, alerta la FADE

Asturias ha encadenado dos años con crecimientos en el número de las compañías que tienen más de 50 asalariados. Es un indicador de que la región recupera dimensión empresarial, como lo está haciendo también en España, aunque en ambos casos con una intensidad que apenas alivia uno de los problemas medulares del tejido económico: el pequeño tamaño de la inmensa mayoría de los negocios y el lastre que ello supone para la productividad y la competitividad del territorio. Un reciente informe de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) alerta sobre ello, y los dos candidatos a presidir esta patronal -Belarmino Feito y Alejandro Díaz- lo señalan como uno de los grandes desafíos estratégicos que la economía regional tiene por delante.

"El tamaño no es el único factor relevante para la competitividad de una empresa, pero una mayor dimensión puede suponer ganar capacidad para afrontar retos globales, internacionalizarse, innovar, acceder a talento, tecnología y financiación", se expone en el documento "Tejido empresarial asturiano 2017", obra del servicio de estudios de la FADE. Los datos que maneja muestran que Asturias tenía el pasado año 387 compañías que superan los 50 trabajadores, 25 empresas más que en 2017. Ese incremento se desglosa así: 16 sociedades más de entre 50 y 200 empleados (empresas medianas) y 9 más por encima de esas cifras (empresas grandes).

A pesar de tal avance, la reducida dimensión sigue caracterizando la estructura empresarial en Asturias, como también en España: el 55% (37.883) no tienen trabajadores, las 387 mayores reprentan apenas el 0,6% del total y únicamente el 0,1% (72) superan los doscientos. Estas últimas están encabezadas por los dos únicos grupos que rebasan los 5.000 empleados: la siderúrgica Arcelor y la cadena de supermercados Alimerka. Las proporciones son análogas a las del conjunto del país.

"Además de contar con grandes empresas tractoras, es importante contar con un tejido amplio, fuerte y diversificado de empresas de tamaño medio que conjuguen las ventajas de las de menor y mayor dimensión", remarca el referido informe a propósito del potencial que tienen las compañías medianas para acceder a mejor financiación, innovar, salir a nuevos mercados o para fichar a profesionales altamente cualificados, a la vez que retienen capacidades que con frecuencia pierden las de mayor dimensión, como la flexibilidad y rápida adaptación a las necesidades cambiantes de los clientes.

Asturias aumentó en 2017, por tercer año, la relación de esas empresas, comprendidas entre los 50 y los 200 trabajadores. Pero el informe de FADE matiza: "Tras la expansión vivida hasta 2008, la crisis ha golpeado con fuerza a estas entidades, hasta neutralizar el desarrollo logrado en los años de expansión, pese al repunte de los dos últimos ejercicios. Asturias sigue las tendencias nacionales, pero aún no ha logrado recuperar el nivel de empresas medianas del año 2000, como sí ha hecho el conjunto de España". La educación, el metal, el comercio y la construcción son las actividades que concentran en la región el mayor número de esos negocios.

¿Cómo incrementar su número? Pedro Luis Fernández, presidente de la FADE -que este mes dará el relevo a un nuevo liderazgo en la patronal-, comentó tiempo atrás que Asturias y España deberían tener como "objetivo estratégico" acercarse al perfil de la demografía empresarial de Alemania, un país con un número muy importante de grandes compañías, pero sobre todo con un tejido mediano muy potente y que explica en buena medida los elevados niveles de productividad germanos.

La Administración regional ha desplegado algunas iniciativas de apoyo al crecimiento de los negocios a través del Idepa (programas de asesoramiento y financiación). Y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció en julio de 2017 reformas que por ahora no se han concretado para eliminar barreras regulatorias, revisando normas fiscales, laborales y otras que pueden condicionar el crecimiento. Según un informe del Ministerio de Economía que Rajoy citó entonces, el PIB nacional podría aumentar casi un 6% si el país consiguiera una estructura empresarial equivalente a la alemana.

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