Duro Felguera ha logrado de sus bancos acreedores una nueva ampliación de tres meses (hasta el 15 de abril) de la tregua financiera vigente desde el 4 de julio de 2017 y por la que la compañía está eximida de hacer frente a la amortización del principal de su deuda (359 millones) y a los intereses que devengan los créditos.

Con este acuerdo (la anterior prórroga venció el lunes) la compañía asturiana dispone de más margen para culminar la negociación -ya avanzada- para obtener una línea de liquidez de 20 millones de los bancos y que se destinará a afrontar gastos ordinarios de funcionamiento y, sobre todo, para impulsar los grandes desafíos que afronta el grupo por su delicada situación financiera y las pérdidas acumuladas desde 2015: reorganización -ya en marcha- para ganar en productividad, captación de nuevos accionistas que inyecten recursos mediante una ampliación de capital y refinanciación de una parte de la deuda bancaria y conversión en capital del resto, lo que supondría la entrada de los bancos en el accionariado de Duro.

Sobre el objetivo más inmediato (la línea de avales por 20 millones), la sociedad notificó ayer que la concesión de la nueva prórroga de la moratoria financiera o "acuerdo de espera" (standstill") por tres meses le permitirá continuar "desarrollando el proceso de negociación sobre vencimiento de deuda y garantías comerciales".

Fuentes de los acreedores financieros dieron por hecho el 4 de enero la conformidad de los bancos para la concesión de liquidez por 20 millones. Algunos de ellos explicaron que la formalización llevaría algún tiempo al precisar tanto la supervisión del pacto como la de las garantías exigidas a Duro por parte de los órganos jurídicos y de análisis de riesgos de todas las entidades implicadas.

La compañía asturiana aportará como garantía 7 u 8 millones procedentes de la liberalización de unos avales por 9,5 millones vinculados a un proyecto termoeléctrico en Perú. La nueva línea de liquidez supone una ampliación de los riesgos asumidos por la banca con la ingeniería.

La ampliación por tres meses adicionales de la tregua financiera fue suscrita por el grupo asturiano, su principal acreedor (Banco Santander y sus filiales Santander de Leasing y Banco Popular), Caixa Bank y Banco Sabadell, y se han adherido al mismo Bankia, BBVA, Banco Cooperativo Español, Liberbank y los financiadores sindicados de Núcleo, tecnológica filial de Duro.

Las acciones de Duro subieron inicialmente ayer en Bolsa el 3,67%, hasta los 0,508 euros pero luego se dieron la vuelta y cedieron el 1,73%, hasta los 0,483 euros.

En un acto público en Oviedo, el director general de FADE, Alberto González, dijo que "es una noticia muy positiva que se establezca un marco de diálogo y tranquilidad por parte de la banca", y que "la solución final" para Duro Felguera "pasa por que la empresa sea viable y al parecer lo es". "A lo que estábamos asistiendo es a una situación atípica, a un problema de caja, que para una empresa es muy importante y para los acreedores también", señaló González, que añadió que "la banca exigía una serie de cambios que se están produciendo en la empresa y con eso da crédito en todos los sentidos a la gestión de la compañía. Obviamente esto es el primer paso, pero sin él no habría futuro, con lo cual es muy importante".