Durante décadas, la mayoría de las industrias asturianas compitieron entre ellas para ganar cuota en el mercado nacional y para conseguir los jugosos contratos de las grandes empresas públicas instaladas en la región. Ahora que el mercado es global y que la empresa pública no deja de menguar, la rivalidad empieza a sustituirse por colaboración. Incluso industrias tradicionales, como por ejemplo Química del Nalón y Cementos Tudela Veguín, se alían para innovar y desarrollar nuevos productos.
El Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias resolvió en las últimas semanas ocho convocatorias de subvenciones de 2017 para el fomento de la innovación empresarial que apoyarán a 232 proyectos con ayudas de 10,18 millones de euros, según fuentes del Idepa. Dentro de esas convocatorias, por primera vez se concedieron subvenciones a proyectos de innovación abierta en los que trabajan en colaboración grandes empresas tractoras junto con emergentes, las conocidas como "startups". Así, por ejemplo, Arcelor-Mittal se ha aliado con Ingeneacity para la integración de drones en el proceso industrial; Thyssenkrupp se ha unido a Nuevo Sentido Tecnológico de Asturias para desarrollar entornos digitales y seguros en las operaciones de mantenimiento de los sistemas de transporte de viajeros; EDP se ha aliado con Energy Intelligence Systems para desarrollar un aplicación de información de consumo de electricidad para los usuarios; Química del Nalón desarrolla con Be One MCP Apps una plataforma interactiva de comunicación entre empresa y empleados a través de teléfonos inteligentes, o Aciturri se ha aliado con Pixelshub para entrenar al personal de montaje con sistemas de realidad virtual y aumentada.
Las ayudas a las que se acogieron todas esas empresas fomentan las alianzas "para avanzar en la digitalización empresarial y alcanzar el modelo de Industria 4.0.", según fuentes del Idepa. Pero al margen de estas subvenciones específicas, el incremento de la colaboración entre empresas también se aprecia en la convocatoria ordinaria de subvenciones dirigidas a la ejecución de proyectos de I+D+i. Cada vez son más los proyectos en colaboración que obtienen subvenciones y en varios casos detrás de ellos hay industrias asturianas de larga trayectoria. La tradición no está reñida con los nuevos entornos colaborativos.
Así, empresas como Química del Nalón, del grupo Orejas, y Cementos Tudela Veguín, de la corporación Masaveu, se han aliado para investigar la fabricación de un material conductivo térmica y eléctricamente con materiales cementosos y carbonosos avanzados. Linpac Pakaging, la multinacional de envases plásticos con factorías en Pravia, se ha unido a Embutidos El Hórreo para investigar el aumento de vida útil de los productos cárnicos con bioconservación mediante la interacción entre envase y producto. Y la misma empresa chacinera de Noreña también se ha aliado, por otro lado, con la tecnológica Triditive para desarrollar un nuevo sistema de tintas alimentarias con microencapsulación basada en tecnología de fabricación aditiva. Además hay varias colaboraciones entre empresas para avanzar en la industtria 4.0. Es el caso de las alianzas entre Fast Eurocafe -fabricante de la marca Oquendo- e Itresa Ingeniería o la triple alianza entre Seresco, Phoenix Contact y Ubiqware.
