Arcelor-Mittal construirá una central de generación eléctrica en Gijón que utilizará como combustible, exclusivamente, gases siderúrgicos de altos hornos y baterías de coque. La planta costará 230,5 millones de euros, pero la inversión de la multinacional superará los 250 con la construcción de otras instalaciones vinculadas como es el caso de las plantas de tratamiento de las aguas del proceso.

La central, que se emplazará dentro de la factoría de Arcelor-Mittal en Veriña, tendrá una potencia instalada de 220 megavatios, empleará las mejores técnicas disponibles y no necesitará para operar del apoyo de combustibles primarios como carbón o gasóleo, sólo gases excedentes del proceso siderúrgico. La producción eléctrica de la central se incorporará a la red general mediante una línea de alta tensión de 5,2 kilómetros de longitud que unirá la planta y la subestación de Red Eléctrica de España en Carrió, en el concejo de Carreño.

La central térmica está prevista para el horizonte de 2019 o 2020, aunque desde Arcelor-Mittal prefirieron no fijar plazos vistos los problemas de tramitación del último proyecto que han puesto en marcha: la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón, que hasta esta semana no ha contando con todos los permisos necesarios. El Ministerio de Energía sacó ayer a información pública la solicitud de autorización administrativa previa, la evaluación de impacto ambiental y la autorización ambiental integrada del anteproyecto "Planta convencional de generación eléctrica con gases siderúrgicos en la factoría de Arcelor-Mittal" y la multinacional ya cuenta con el informe de compatibilidad urbanística del Ayuntamiento de Gijón.

Plan estratégico

Fuentes de Arcelor-Mittal señalaron que el proyecto de la central eléctrica -al igual que los de reconstrucción de las baterías de coque de Gijón o de remodelación de la acería de Avilés- se incluye dentro del plan estratégico para incrementar la eficiencia y fiabilidad de las factorías siderúrgicas asturianas con el fin de mejorar su competitividad y su posición global.

"En Asturias ya se aplican las mejores técnicas disponibles en la gestión y aprovechamiento de los gases propios siderúrgicos generados (gas de horno alto y gas de coque), de modo que éstos son consumidos internamente por las diferentes instalaciones del complejo industrial y aprovechados al máximo, y el resto sobrante, el llamado excedente, será el absorbido por la nueva central de generación eléctrica", apuntaron fuentes de Arcelor-Mittal, que añadieron que esa "configuración" es análoga a la existente en las principales plantas siderúrgicas integrales de Arcelor en Europa (Gante, Dunkerque, Fos-sur-Mer y Bremen) y en las de muchos competidores.

Con la nueva central eléctrica de Veriña se intensificará el aprovechamiento de los gases, se reducirán las emisiones globales y la compañía obtendrá un retribución por la electricidad que aporte a la red. La central tendrá una potencia de 220 MW, la mitad, por ejemplo, que los ciclos combinados de Soto de Ribera. Contará con un grupo de generación termoeléctrica convencional, caldera con tubos múltiples de agua y refrigeración en circuito cerrado mediante torres de tiro forzado. El proyecto se completará con una planta de desmineralización y otra de tratamiento de aguas que intervienen en el proceso, que serán derivadas al colector de Aboño.