Julia Garijo, una de las dos ancianas que tuvo que separarse de su otra hermana e irse a vivir a Madrid para poder seguir cobrando su pensión, cuando convivían en una residencia de Matamala de Almazán (Soria), falleció ayer a los 94 años de edad, según han publicado varios miembros del PSOE en sus redes sociales.

Las dos hermanas, Encarna y Julia Garijo Casal, vivían juntas en la residencia de la tercera edad de Matamala de Almazán y tuvieron que separarse por cobrar la primera una pensión no contributiva de 380 euros al mes y la segunda su pensión de viudedad.

La Junta les notificó que ambas vivían en el mismo domicilio y superaban los 8.900 euros anuales, por lo que se iba a proceder a retirar la pensión de Encarna, motivo por el que Julia, con 93 años, tuvo que regresar a Madrid. El PSOE se movilizó para modificar la ley con una proposición de ley que fue vetada en el Congreso de los Diputados. Julia vivía en Madrid, pero decidió trasladarse a la residencia Matamala de Almazán tras romperse una cadera para vivir allí junto a su hermana.