La Agencia Tributaria y las comunidades autónomas de régimen común como Asturias seguirán estrechando su colaboración para mejorar la gestión tributaria y el control. El plan de 2018 prevé actuaciones coordinadas y entre ellas se incluyen las de control de domicilios declarados y sus modificaciones, un dato clave para evitar fraudes de falsa domiciliación con los que algunos contribuyentes tratan de aprovecharse de una presión fiscal menor en tributos gestionados por las comunidades como los de transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados o sucesiones y donaciones. Por su parte las comunidades informarán a la Agencia Tributaria sobre los valores de esos tributos dada la repercusión que tienen en los impuestos sobre la renta de las personas físicas y de sociedades que gestiona la Administración central.