El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer los tipos de interés en el 0% y su presidente, Mario Draghi, descartó la posibilidad de subir las tasas este año y expresó la preocupación por el impacto de la volatilidad del mercado de divisas en la política monetaria. Las palabras de Draghi, quien destacó la posibilidad de que la economía de la eurozona pueda ofrecer sorpresas positivas, mientras la inflación subirá gradualmente hacia el objetivo de la institución, espolearon la cotización del euro, que llegó a superar por primera vez desde diciembre de 2014 los 1,25 dólares.