Asturias fue la región que registró mayor tasa de caída de trabajadores autónomos en 2017. El Principado cerró el año con 74.627 afiliados a ese régimen especial, lo que supone un descenso de 1.090 con respecto a 2016, equivalente al 1,4%. La caída, vinculada sobre todo a los sectores del comercio, la agricultura y la construcción, se produjo a pesar de las medidas que puso en marcha el pasado año el Principado para fomentar el empleo autónomo. La principal de ellas fue el refuerzo de la "tarifa plana" estatal, de manera que los emprendedores asturianos no pagaban cotizaciones sociales durante los primeros seis meses de actividad.
En 2017 los nuevos autónomos sólo abonaban en España 50 euros mensuales de cotizaciones a la Seguridad Social durante los primeros seis meses, un periodo que a partir de 2018 se ha ampliado hasta los 12 meses dentro del paquete de medidas de la conocida como "Ley de autónomos", que recoge también otras aspiraciones de los trabajadores por cuenta propia como la bonificación del 100% de la cuota durante la baja de maternidad y paternidad o la deducción de gastos de manutención como comidas.
Para reforzar la "tarifa plana" estatal de 50 euros, el Principado aprobó el pasado año unas ayudas al fomento del empleo autónomo durante el primer año de alta al régimen especial de 50 euros mensuales -un total de 600 euros- que suponían en la práctica la exención del pago de cotizaciones a la Seguridad Social durante seis meses al sumar la ayuda estatal y regional. El Gobierno del Principado había presupuestado 2.040.000 euros para esas ayudas de refuerzo en 2017, pero el número de solicitantes que cumplieron los requisitos -un total de 1.344- fue mucho menor del esperado, con lo que sólo se adjudicaron ayudas de 806.400 euros, menos del 40% del dinero reservado.
Crecimiento nacional
A pesar de esas ayudas, Asturias fue la región que perdió, en porcentaje, más autónomos en 2017. La caída fue del 1,4%, mientras que a nivel nacional se registró un incremento del 0,4% según un estudio de CEAT Asturias, la organización de autónomos de FADE. Es cierto que las ayudas regionales no influían en la decisión de darse de alta en el régimen de autónomos -para recibirlas ya había que estar inscrito entre el 1 de enero de 2016 el 31 de enero de 2017- pero sí ayudaban al mantenimiento de la actividad en los difíciles primeros meses.
La pérdida de autónomos en Asturias sigue muy vinculada al sector agrario, por la crisis del campo y la falta de relevo generacional. Esa actividad registró una pérdida de afiliados del 3,9%, con 380 autónomos menos. En números absolutos sólo es superada por el comercio (382 menos). También destaca la pérdida en la construcción (191 menos), sector en el que, con la recuperación económica, puede haber un trasvase de autónomos (o en muchos casos falsos autónomos como denuncian los sindicatos ) a asalariados.
