El final de los contratos estacionales en el comercio, la hostelería y otras actividades hizo más dura la llamada cuesta de enero para miles de asturianos que volvieron a la cola del paro en las primera semanas de 2018, según retratan los datos del mercado laboral conocidos ayer: 2.955 desempleados más en la región (un aumento medio diario de casi cien, hasta alcanzar los 79.502), en su gran mayoría mujeres y trabajadoras del sector servicios, donde la precariedad de los contratos es más acentuada.

Lo sucedido este enero encaja en el ciclo normal del trabajo en Asturias, con destrucción de empleo (4.648 afiliados menos a la Seguridad Social que en diciembre) y aumento intenso de quienes lo demandan (3,86%). Esta vez, además, tanto la caída de cotizantes como la escalada mensual del paro (la tercera mayor entre las regiones) fueron peores que las medias de España. El país registró casi 64.000 desempleados más (1,9%) y, al cabo de cuatro años con recuperación del crecimiento económico, tiene aún 3,7 millones en las listas del antiguo Inem, un número equivalente a la suma de las poblaciones de Asturias y Galicia.

Asturias estacional. Que el paro haya aumentado más intensamente (el doble en términos relativos) en el Principado que en el conjunto de España da a entender que en la región es particularmente acusada la estacionalidad propia de mucho del empleo que se crea a finales de año, coincidiendo con el repunte del consumo por Navidad y su reflejo en las contrataciones de corta duración para reforzar plantillas, sobre todo en el sector servicios. La mayor parte del empleo que se esfumó en enero corresponde al comercio y, en menor medida, a la hostelería. Es llamativo un repunte de la demanda de trabajo en las residencias de ancianos (359 demandanes más), quizás asociado al vencimiento de contratos o a la existencia de ofertas de trabajo que suelen estimular la inscripción en los registros del paro. La construcción fue el único sector que evitó el generalizado empeoramiento del mercado laboral.

Las perdedoras. Las mujeres son generalmente las principales damnificadas de la cuesta de enero del empleo y volvieron a serlo esta vez: ellas, que en diciembre habían firmado la mayoría de los contratos eventuales en sectores como el comercio, concentraron en enero el 70% del incremento del paro que se observó en Asturias.

Oviedo peor que Gijón. El desempleo se agravó de un mes para otro en 69 de los 78 concejos asturianos. En Oviedo, Avilés y Siero lo hizo con tasas superiores al 4% y más que en Gijón (3,9%), Mieres (2,9%) y Langreo (1,6%).

Precariedad y desprotección. UGT y CC OO pusieron el acento en la precariedad de la contratación y en la deseprotección económica de muchos parados. El número de desempleados es semejante al de 2010, pero el gasto en prestaciones y subsidios es la mitad que entonces, destacó CC OO. Y los ugetistas alertaron sobre las dificultades de inserción laboral de jóvenes y mayores de 55 años.

La tendencia interanual. El Gobierno asturiano y la patronal FADE pusieron el foco sobre el lado positivo de los datos: Asturias ha encadenado 52 meses con descensos interanuales del desempleo y este enero hubo 6.457 cotizantes más que en el inicio de 2017. Es una mejora relativa del 1,85%, inferior a la media española (3,44%) y que por ello sugiere que la recuperación de la economía y del empleo es más tibia en la región que en otras zonas de España.