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Los malos resultados de la división de Largos en Asturias

Arcelor no hará ajustes por las pérdidas

La multinacional confía en la recuperación de la demanda de carril y alambrón y descarta recortes en Gijón como los aplicados en otras plantas de la multinacional en España

El tren de carril de Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

Arcelor-Mittal descarta poner en marcha planes de ajuste en la división de Largos de Gijón a pesar de que el pasado año entró en números rojos. La multinacional, que ha alertado de la pérdida de competitividad de las factorías asturianas con respecto a otras de la compañía en Europa, confía en la mejora de la demanda del acero para volver a los beneficios en Gijón y no prevé recortes como los aplicados en los últimos tiempos en otras factorías de productos Largos en España como las de Zumárraga y Vergara.

Arcelor-Mittal presentó la semana pasada unos beneficios globales en 2017 de casi 3.670 millones de euros, el 157% más que el año anterior. En Europa también mejoraron las cifras, con un incremento del resultado bruto (Ebitda) de más 42%, hasta 2.858 millones. La compañía presentará hoy a los sindicatos los resultados en Asturias, donde a nivel global, según adelantaron fuentes de la multinacional siderúrgica, también hay beneficios gracias al buen comportamiento de la división de productos Planos, sobre todo en galvanizado y hojalata y en menor medida en chapa gruesa. No obstante, esas mismas fuentes señalaron que se ha producido "un deterioro" de la competitividad de las fábricas de la región (que no llegan a los 50 euros de Ebitda por tonelada cuando la media del grupo supera los 64 euros) y que la división de Largos, que incluye los trenes de alambrón y carril de Gijón, registró pérdidas en 2017 por factores externos como el precio del mineral de hierro (que penaliza a instalaciones siderúrgicas integrales como las asturianas que utilizan arrabio frente a las de hornos eléctricos que utilizan chatarra) e internos como problemas de fiabilidad.

El pasado verano, el asturiano José Manuel Arias, jefe de división de Arcelor-Mittal en el Suroeste de Europa, había destacado ante los sindicatos que la situación de Largos en Asturias "era preocupante" y que había que aplicar "planes de mejora". Sin embargo, fuentes de la multinacional precisaron ayer que, de momento, no se van a poner en marcha medidas excepcionales más allá del cumplimiento de los planes de productividad que ya se estaban aplicando en las factorías asturianas englobados en el programa "Action 2020" de la multinacional.

Desde Arcelor-Mittal se confía en la mejora de la demanda de productos Largos para recuperar la senda de beneficios y se descartan recortes como los aplicados en otras factorías de Largos en España muy vinculadas al sector de la construcción.

El pasado diciembre, la compañía acordó un procedimiento de despido colectivo que supuso la salida de 41 trabajadores de la planta de perfiles de Vergara (Guipuzcoa). En esa factoría se había cerrado en 2012 la fundición y parte de la plantilla había sido trasladada a Zumárraga, donde en marzo de 2016 Arcelor cerró las líneas de fabricación de alambrón y barras especiales, donde trabajaban más de 300 empleados. La planta de Zumárraga quedó reducida en un almacén de chatarra, igual que ocurrió con la de vigas de Villaverde (Madrid), que cerró en 2012. Además la multinacional vendió en julio de 2016 a Megalsa la planta de Largos de Zaragoza, en la que trabajaban otros 272 operarios. Con todo ello, el negocio de Largos de Arcelor-Mittal en España ha quedado reducido a las menguada planta de Vergara, a la factoría de perfiles medianos de Olaberría, también en Guipúzcoa, y a los trenes de carril y alambrón de Gijón. El tren de carril se reforzó el pasado año con una inversión de 30 millones de euros (que le permite fabricar raíles de hasta 108 metros de longitud) y en el tren de alambraron comenzaron a fabricarse el pasado año nuevos productos como el acero al plomo. Con esas mejoras y la recuperación de la demanda (ya apreciable en el caso de raíl), Arcelor espera salir de los números rojos en Gijón.

Según la patronal europea del acero Eurofer, las perspectivas para 2018 y 2019 "son positivas" y se prevé que la producción en los sectores que utilizan acero de la UE crecerá un 2,2% en 2018 y un 1,8% en 2019. "La fortaleza esperada de la mayoría de los sectores que utilizan acero es un buen augurio por el lado de la demanda del mercado siderúrgico de la UE. No obstante, la situación de la oferta podría seguir viéndose afectada negativamente por las distorsiones de las importaciones", señaló Axel Eggert, director general de Eurofer.

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