Duro Felguera extremará su saneamiento y aflorará en sus cuentas del año pasado todos los daños potenciales estimados aun al coste de que ello supondrá arrojar unas pérdidas millonarias muy elevadas con cargo a 2017 cuando el grupo las haga públicas a fines de este mes.

Este planteamiento es una de las guías de actuación del nuevo presidente, Acacio Rodríguez, desde que llegó al cargo el 24 de noviembre y del que la compañía ya hizo un anticipo el 29 de diciembre, cuando anunció el afloramiento de sobrecostes adicionales por un importe de 32 millones. En medios de la empresa ya se pronosticó tiempo atrás que los resultados de 2017 serían necesariamente muy negativos en aras de la transparencia. Ayer, el diario "Expansión" avanzó que las pérdidas podrían alcanzar los 170 millones, aunque la empresa no confirmó la cifra. Las cuentas están pendientes de su formulación definitiva y de su aprobación por el consejo de administración, lo que ocurrirá a fines de este mes.

Entre 2015 y el primer semestre de 2017 (último dato difundido) Duro acumuló pérdidas por valor de 98,5 millones de euros.

El ejercicio de máxima clarificación de los potenciales impactos que pudiera sufrir la compañía por obras en litigio o arbitraje y la auditoría de los proyectos que el grupo ejecuta en el mundo para evitar desviaciones no previstas son dos de pretensiones esbozadas por los inversores que han manifestado su disposición a negociar su entrada en la compañía con aportaciones de capital y de liquidez.

Estos grupos -varios fondos internacionales y el empresario asturiano Blas Herrero con algunos otros inversores- demandan el máximo reconocimiento de daños reales o potenciales para ajustar en su caso la operación financiera de rescate y relanzamiento del grupo al peor escenario hipotético. La banca acreedora, de la que se pretende que también entre en el capital de Duro, tiene similar posición.

Duro pretende dotar y provisionar parte de los importes que, por un monto de 508 millones, tiene pendientes de cobro y reclama a distintos clientes mediante arbitrajes y negociaciones por trabajos ya realizados o a punto de finalizar en Australia, Argentina, Venezuela, Argelia e India, sin perjuicio de que en el futuro esa cuantías puedan convertirse en beneficios si se recuperasen total o parcialmente.

La difusión ayer de que las pérdidas podrían situarse en 170 millones en 2017 no tuvo un grave impacto en el mercado. La acción aguantó con pérdidas mínimas, e incluso llegó a revalorizarse el 1,39% durante la mañana, aunque se desfondó y cerró la jornada en 0,354 euros por título, con una caída del 2,21%.

Gam. La gran protagonista de la sesión bursátil fue la también asturiana General de Alquiler de Maquinaria (Gam), que se revalorizó de forma intensa, con un avance del 9,09% al cierre de la sesión, aunque llegó a remontar el 16,88% respecto la víspera. En los últimos cuatro meses y medio (desde los mínimos de octubre) se apreció el 84,2%. Con un precio de 2,1 euros por título (frente a los 1,14 euros del l4 octubre), sigue aún muy lejos de su máxima capitalización tras el fuerte castigo sufrido durante la crisis por las elevadas pérdidas que acumuló en el periodo.

Liberbank. El otro valor asturiano en el Mercado Continuo, Liberbank, cedió ayer en el parqué el 0,29%, pero desde su ampliación de capital, en octubre, ha avanzado el 23,07%.