El expresidente de Duro Felguera, Ángel del Valle, investigado por presuntos delitos de cohecho internacional y blanqueo de capitales en el caso de las supuestos sobornos en Venezuela, rechazó ayer todas las acusaciones ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Del Valle ratificó su declaración previa ante la Fiscalía Anticorrupción.

"Lógicamente, me he ratificado. He declarado la verdad y la verdad es una nada más", señaló Del Valle a la salida de la Audiencia. Sin querer entrar en detalles "porque están dentro de la causa", el expresidente de la empresa asturiana manifestó que "lo fundamental es que aquí no hubo nunca nada de nada. La prensa no ha dado una información veraz al cien por cien, pero eso es problema de cada uno. La verdad es la verdad y es única".

Del Valle, que declaró ante el juez durante hora y media, negó que Duro pagara a altos cargos venezolanos a cambio de contratos. Rechazó la versión de la Fiscalía Anticorrupción que sostiene que Del Valle y su predecesor en la presidencia del grupo asturiano, Juan Carlos Torres Inclán, pagaron 88,4 millones de euros en comisiones a los venezolanos Nervis Gerardo Villalobos y Javier Alvarado, altos cargos del Gobierno chavista, para sobornar a funcionarios públicos y favorecer los intereses de Duro. Los supuestos hechos en los que se basa la querella habrían sucedido entre 2008 y 2009.

Del Valle sólo respondió a las preguntas de su letrada y del fiscal José Miguel del Rosa, pero no a las de las defensas de los otros demandados. Declaró que no hubo ninguna irregularidad en su gestión y, según fuentes presentes en la sala, "lo hizo con aparente seguridad". Del Valle afirmó que conocía a los dos venezolanos investigados, Nervis Gerardo Villalobos y Javier Alvarado, y que había negociado con ellos con el asesoramiento de Agustín Tomé, entonces director jurídico de Duro Felguera y fallecido en 2011.

Según la fiscalía, el grupo asturiano había firmado tres contratos con las consultoras Terca e Ingespre, controladas por Villalobos, que servirían para encubrir comisiones y sobornos ilegales con el propósito de que Duro Felguera construyera la central de ciclo combinado de Termocentro por 1.500 millones de euros. Duro firmó en 2009 el contrato con la venezolana C. A. Electricidad de Caracas, empresa pública filial de Corporación Eléctrica Nacional y dirigida por Alvarado, quien en 2010 fue nombrado viceministro de Desarrollo Eléctrico del Gobierno venezolano.

El juez Ismael Moreno tomará declaración a los dos venezolanos, que ya no residen en su país tras haber "chocado" con el actual presidente de su país, Nicolás Maduro, tras la muerte de Hugo Chávez. Villalobos fue detenido hace unos meses en España y Estados Unidos ha solicitado su extradición por otros delitos similares, aunque en España tiene dos juicios pendientes. Por su parte Alvarado está citado por el juez Moreno para el día 26, pero se des conoce su paradero.

En su declaración, Del Valle justificó su dimisión como presidente de Duro el pasado noviembre -aunque sigue ocupando un asiento en el consejo de administración al controlar un 24,4 % de la empresa a través de Inversiones Somió- por el daño que produjo a la empresa estas imputaciones de soborno y su reflejo en Bolsa. Además señaló que Electricidad de Caracas (EDC) todavía adeuda a la compañía asturiana 80 millones de euros y que por el presunto caso de sobornos varios proyectos no llegaran a concretarse.

Antes que Del Valle declaró el representante de Duro Felguera, Secundino Felgueroso, jefe de la asesoría jurídica de la empresa y secretario del consejo, que se mostró dispuesto a contestar a todas la preguntas de las partes pero, dado que no formaba parte de la cúpula del grupo cuando se produjeron los hechos investigados, apenas fue requerido por las defensas.