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El puerto de Bilbao rebaja tarifas para afianzar su supremacía frente a El Musel

La dársena vasca, con el 57% más de tráfico que Gijón, quiere reforzarse como la "referencia del Eje Atlántico"

El puerto de Bilbao rebaja tarifas para afianzar su supremacía frente a El Musel

El puerto de Bilbao aspira a "consolidarse como principal punto de entrada y salida del Eje Atlántico", según recoge en un plan estratégico que se pone en marcha este año con una rebaja de tarifas para captar nuevos tráficos. La dársena vizcaína, favorecida por su desahogada posición financiera, intenta reforzar así su posición entre los grandes puertos españoles y su preeminencia respecto al resto de los existentes en la cornisa cantábrica, donde el gijonés de El Musel ocupa el segundo puesto por volumen de actividad.

Los puertos de Gijón y de Bilbao cerraron el año 2017 con buenos resultados. El asturiano movió por sus terminales 21,7 millones de toneladas, máximo histórico que se explica principalmente por las entradas y salidas de graneles sólidos (carbón extranjero para las térmicas, mineral para Arcelor, las exportaciones de cemento de Corporación Masaveu o las importaciones de cereales). El Musel reafirmó su condición de mayor puerto de graneles sólidos del país, asociada al perfil de la industria asturiana, que realiza magnas importaciones de materias primas. El Musel avanzó asímismo en la diversificación de sus tráficos, con repuntes en el movimiento de mercancía general y en contenedores.

Por Bilbao entraron o salieron 34,2 millones de toneladas (57% más que por El Musel), cosechando el mayor aumento anual desde 2006, en parte gracias al movimiento de gas natural ligado al funcionamiento de la planta de regasificación y de los ciclos combinados (centrales eléctricas) instalados en el ámbito de la dársena. En mercancía general y en contenedores, Bilbao exhibió de nuevo su liderazgo frente a Gijón y al resto de puertos de la Cornisa y de la costa Atlántica española. Y a preservar ese liderazgo está orientado el plan estratégico que la Autoridad Portuaria vizcaína desplegará entre 2018 y 2022. "Se ponen las bases para que Bilbao sea el puerto de referencia de los tráficos del Eje Atlántico", se expone en el documento.

El principal puerto vasco aspira a superar los 37 millones de toneladas en 2022. Para ello ha aprobado un plan comercial dirigido a "afianzar el liderazgo y recuperación de los tráficos en el 'hinterland' más próximo (zona de influencia), así como captar 'foreland' (tráficos procedentes de zonas de influencia de los puertos conectados con el bilbaíno) estratégico de la Europa Atlántica y en el resto de fachadas atlánticas, como el Norte y Centro América", informó la Autoridad Portuaria. El primer paso consiste en una rebaja de cánones y tarifas que este año equivaldrá a 4,1 millones de euros (incluida una reducción del 10% en la cuantía básica de la tarifa de mercancía) y que en 2022 llegará a los 5,6 millones, el 7,5% de la facturación.

Fuentes portuarias conocedoras de la situación de El Musel señalaron que la estrategia de Bilbao resulta "lógica". Y precisaron que el riesgo de que el puerto vasco capture tráficos que tiene el asturiano o a los que aspira es limitado, en la medida en que la mayor parte de la actividad de cualquier dársena está muy pegada a su zonas de influencia y, como en el caso de los graneles sólidos de El Musel, en buena medida corresponde a "tráfico cautivo", movimiento asegurado por necesidades logísticas de los clientes y que queda al margen de la disputa comercial.

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