Alarma entre los trabajadores de Arcelor-Mittal en Veriña (Gijón) por la mala situación que atraviesan los talleres de productos largos (alambrón y carril). La compañía le ha transmitido a la plantilla la urgente necesidad de mejorar la productividad de estas instalaciones, que el año pasado sufrieron pérdidas, y para conseguirlo ha propuesto contratar a diez trabajadores mediante una empresa de trabajo temporal (ETT) para la acería gijonesa y conseguir producir un millón de toneladas de acero este año.

La propuesta se ha encontrado con un rechazo frontal de los sindicatos. CC OO incluso está planteando ya movilizaciones. Por su parte, UGT también rechaza la medida, pero no respalda las protestas. Las centrales piden que se realicen contrataciones de forma directa, como hasta ahora, y no mediante una agencia de colocación, una fórmula que ya se utiliza de forma habitual, por ejemplo, en la planta de Sagunto (Valencia). Ante esa cerrazón, la multinacional ha ofrecido que esos diez trabajadores contratados mediante la ETT puedan incorporarse a la nómina de Arcelor una vez que se les acabe el contrato.

Tan enquistada está la situación que el propio director de productos largos de la multinacional, Augustine Kochuparampil, visitó esta semana las instalaciones asturianas para mantener una reunión con la dirección de la siderúrgica en la región.

La producción de las plantas asturianas está en 900 toneladas por persona, por debajo de las del grupo, que alcanzan ya las mil toneladas. El objetivo es alcanzar al menos esa cifra.